Cómo decir “embarazada” en diversos idiomas, y su significado

El idioma y más concretamente la semiología de las palabras, dice mucho de una cultura, pues refleja muchos significados y conceptos culturales en cada pueblo. Es por ello que este post desandará por lo curioso de algunas de las palabras con las que, en diferentes lenguas, se denomina “embarazada”.

En efecto, para Occidente la palabra «embarazada» implica un momento de plenitud, de felicidad, denominamos a esta etapa la «dulce espera» o el “estado de buena esperanza”, desde que se concibe hasta el parto.

Pero en otras culturas, la palabra que denomina a la mujer gestante tiene otra connotación, como la de enfermedad o hasta carga.

Patrick Cox, del programa clic The World del Servicio Mundial de la BBC, exploró el tema con lingüistas de varios países. Se preguntó: ¿Acaso la palabra que un grupo lingüístico utiliza para designar el embarazo aporta información de qué significa eso -el estar embarazada- para esa cultura? ¿O acaso el lenguaje funciona de otra manera?

Es así que en Rusia, la palabra más comúnmente usada para designar a la mujer que espera un hijo es «beremenaya», se utiliza en sentido figurado pues el significado literal de esta palabra es de un significado casi religioso de carga o de castigo, “como quien lleva una carga encima”, señala una lingüista rusa.

«Las palabras para designar la idea de embarazada en otras lenguas eslavas comparten la misma raíz etimológica de ‘carga'», agrega la experta.

El caso de chichewa, el idioma de los habitantes de la república africana de Malaui, también es curioso. Las dos palabras chichewas que designan «embarazo» son «pakati» y «matenda», y llevan implícita la idea de enfermedad. “Pakati” significa literalmente “entre la vida y la muerte”, mientras que otra palabra utilizada en esta lengua, “wowdala”, se refiere a alguien que está enfermo. Y si pensamos en las condiciones de las futuras madres en los países del África subsahariana, no es de asombrarse que el lenguaje refleje su situación.

En China las cosas son diferentes, allí a la futura mamá se la denomina en mandarín con la palabra «youxi» y significa «tener felicidad». Esta palabra está compuesta por dos caracteres chinos: ‘you’ (que significa ‘tener’) y ‘xi’ (que significa ‘felicidad’). Juntos, ambos caracteres, significan ‘embarazo'».

¿Qué pasa con nuestro idioma?

La palabra «embarazada» es similar a la palabra inglesa «embarrased», que significa «avergonzada». La raíz de ambas palabras es la misma. De hecho, una situación “embarazosa” es precisamente, una muy incómoda. Con el fuerte arraigo de la tradición judeocristiana en nuestros países, es fácil pensar que el embarazo era una gran vergüenza para muchas mujeres, si no estaban debidamente casadas.

En el caso del inglés, la palabra “pregnant” también puede referir, por ejemplo, a algo que está cargado de significado o emoción.

Otras lenguas son más prácticas, como la de la tribu amazónica pirahã: «koohiaaga» es la palabra que utilizan y significa «estómago».Cuando un pirahã dice de una mujer que «su estómago es grande», significa que está embarazada.

Sin embargo, los expertos no se apuran a relacionar este origen etimológico con la concepción cultural del embarazo. «Es realmente tentador pensar que las diferentes palabras que usamos a menudo tienen algo que ver con la cultura que le corresponde a esa lengua», señala John McWhorter, de la Universidad de Columbia.

«Hablar es usar palabras y expresiones con formas idiomáticas que se alejan de sus significados literales, muchas de los cuales no conocemos. Por ello, la lectura de significados en las palabras y expresiones que articulamos es a menudo un asunto muy peligroso, porque podemos hacernos conclusiones totalmente falsas acerca de un grupo de personas.

¿Son los chinos, por ejemplo, realmente más felices que otros con respecto al embarazo? No en las décadas recientes. La política del hijo único de China ha generado millones de embarazadas infelices», explicó.

Es que como señala el lingüista, “es muy común de que una palabra evolucione, no como algo planeado sino más bien azarosamente”, y por ello es que con el tiempo, la palabra se aleja de la concepción original. Y así, no necesariamente las mujeres rusas piensan en una carga cuando se refieren al embarazo, ni las chinas se sienten tan plenas y felices todo el tiempo, a pesar del uso de esas palabras concretas.

Sin embargo, no deja de resultarnos curioso saber cómo han elegido en cada pueblo llamar a la mujer en este estado tan particular, y nos aporta una mirada única sobre cada cultura.

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