Una ciudad vertical para Yakarta y su arquitectura

Una de las firmas de arquitectura joven más importantes a nivel internacional es MVRD, fundada por los arquitectos Winy Maas, Jacob van Rijs y Nathalie de Vries en el año de 1993 en la ciudad de Rotterdam, Países Bajos. El trabajo de este despacho abarca tanto proyectos de arquitectura como de diseño de paisaje y diseño urbano.

 

Una ciudad vertical para Yakarta y su arquitectura

Desde sus orígenes, el trabajo de esta joven firma de arquitectura se ha caracterizado por sus propuestas lúdicas y atrevidas como: la sede de la emisora pública holandesa VPRO y las viviendas WoZoCo para ancianos en Amsterdam, proyectos que por sus cualidades formales e innovadoras soluciones les llevaron al reconocimiento internacional.

La arquitectura de este despacho holandés, al igual que la de muchas de las firmas de arquitectura conformadas por jóvenes, más allá de pretender la conformación de un estilo o lenguaje particular se ha enfocado en la investigación de nuevas soluciones para problemáticas específicas, es decir, pensando en la configuración de edificaciones que respondan lo mejor posible a su contexto medioambiental, social y cultural.

Por tal razón, la arquitectura de MVRDV, expone un amplio abanico de soluciones formales y espaciales, que si bien no muestra un estilo, sí está representada por edificaciones de formas irregulares, dinámicas y ligeras, hechas con materiales austeros y luminosos de colores neutros y limpios que evidencian, en múltiples sentidos, el uso de las tecnologías más avanzadas.

Este proyecto de MVRDV, realizado en colaboración con Jerde Parntership, Arup y Wijaya Karya – Benhil Property, se desarrolla sobre una superficie de 360.000 m2 y tiene la intención de convertir un edificio de Yakarta en una ciudad vertical que combina la idea de obtener más espacios verdes. El rascacielos de 400 metros combina un uso mixto incorporando diversas facilidades como tiendas, oficinas, viviendas y un anfiteatro exterior entre otros.

El proyecto ofrece una tipología variada que incluye espacios para viviendas, espacios para oficinas, lofts y áticos para actividades diversas. Cada uno de los bloques urbanos dispone de espacios verdes semipúblicos ubicados en los techos que incluyen también espacios para la recreación como restaurantes y gimnasios. Los arboles ofrecen sombra, mientras que gracias a la altura se puede aprovechar una brisa refrescante.

Desde la planta 44 hasta 86 se encuentra un hotel de lujo que se levanta desde un parque urbano en el aire. En la planta 88 por último se sitúa un restaurante panorámico. Crear una ciudad vertical con jardines es una idea interesante, sin embargo la resolución arquitectónica dada al proyecto es tan pretenciosa como caótica: crear un espacio de gran densidad a partir de múltiples contenedores de diferentes alturas, abigarrados de elementos y dispuestos en ejes colocados en ángulos diferentes, más allá de remitir a la idea de ciudad resultan en una especie de “Torre de Babel” en la que el lenguaje arquitectónico se vuelve un magma confuso y desconcertante.

Una de las mayores críticas que se han hecho a las grandes metrópolis alrededor del mundo ha sido el caos derivado de la densidad, de la promiscuidad de lenguajes y el ruido visual, entonces ¿Por qué crear una ciudad a partir de estos elementos que pueden considerase fallidos? Quizá la fuente de inspiración de este proyecto haya sido el caos urbano pero ¿Por qué abordar el tema de manera tan literal? Por sus características este proyecto más allá de plantear una reflexión estetiza el problema exponiéndolo de una manera elemental y frívola.

Sea el primero en comentar

Deje un comentario

Tu dirección de correo no será publicada.


*