Razones que te harán amar ser tía a los 20 años

Razones que te harán amar ser tía a los 20 años

Razones que te harán amar ser tía a los 20 años

Razones que te harán amar ser tía a los 20 años. Familia y sociedad.

Es probable que aún no estés lista para ser madre, pero puedes comenzar a encariñarte con los niños mucho antes de formar una familia.

La maternidad es una enorme responsabilidad que debes afrontar con mucho compromiso y madurez, dos componentes que puede que aún no hayas desarrollado por completo a tus cortos 20 años. Sin embargo, si cuentas con hermanos mayores, ejercer el papel de tía puede ayudar a prepararte.

En el siguiente artículo, conocerás algunas de las razones por las que vale la pena ser una tía veinteañera.

 

Cinco motivos que te harán querer convertirte en tía a los 20

 

1. Puedes ser un buen ejemplo para alguien

Si durante toda tu vida has crecido como la hermana menor y has cargado con el peso de ser la más pequeña de la familia, esta puede ser tu oportunidad de redimirte.

En efecto, cuando un nuevo ser llega a la familia, su tendencia es la de imitar las conductas de los adultos de su especie. Por lo tanto, es posible que, si pasas mucho tiempo junto a tu sobrino, él comience a copiar algunas de tus actitudes, por lo que debes aprovechar esta facultad para inculcarle lo mejor de ti.

 

2. No tienes que lidiar con sus berrinches

Como todos sabemos, criar niños es una hermosa tarea hasta que aparecen los primeros problemas. Después de todo, nadie reacciona del todo bien cuando una autoridad comienza a imponerle límites a su conducta.

Por fortuna, una de las ventajas de ser tía es que no serás tú la encargada de disciplinar a tu sobrino, por lo que los disgustos y las rabietas serán asuntos a resolver por sus respectivos padres.

 

3. Aprenderás a ser madre antes de tiempo
3. Aprenderás a ser madre antes de tiempo

3. Aprenderás a ser madre antes de tiempo

Una cosa es segura: son muy pocas las mujeres que sueñan con ser madres durante su juventud. No obstante, convertirte en la tía de un niño puede abrirte el camino a lo que en un futuro será la mejor etapa de tu vida. Sin dudas, aprenderás consejos muy útiles que podrás poner en práctica varios años más tarde.

 

4. Serás siempre vista como alguien bueno

Continuando con la línea que hemos trazado en el punto número dos, ser una tía joven te dejará siempre bien plantada ante los ojos de un pequeño sobrino. Después de todo, resulta muy difícil decir que no a un antojo inofensivo que provenga de la boca o del estómago de un niño. Ya habrá tiempo para ser estrictas y poner límites.

 

5. Dormirás tranquila y en paz

Una de las partes más arduas de la maternidad llega al momento de ir a la cama, pues toda mujer debe estar alerta de los posibles problemas que un pequeño puede experimentar por las noches.

Por fortuna, las tías corren con mucha ventaja, pues luego de las visitas, cada uno se volverá a su casa y serán los padres quienes deban luchar contra los monstruos nocturnos o las incontinencias urinarias. Aprovecha este tiempo mientras puedas.

Ser tía es algo maravilloso de lo que puedes aprender mucho. Disfruta este momento y prepárate para lo que vendrá después.

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