Por qué realizar un curso de yoga

El yoga es una actividad de origen milenario que tiene increíbles beneficios para la salud en general.

Entre ellos: mejora la flexibilidad, el tono muscular y el estado físico en general.

Pero el principal objetivo del yoga es integrar la respiración, el cuerpo y la mente; es más, la respiración es su eje principal.

Como ésta solo existe en el presente, concentrarnos en ella nos ayuda a dirigir la atención al momento en el que estamos viviendo, apartando nuestra mente del mundo exterior.

Por lo dicho, son muy importantes las razones  que hacen  que sea aconsejable hacer un curso de yoga.

El ritmo de vida actual con el consiguiente stress que produce en nuestro organismo, ocasiona diversos malestares físicos y también mentales.

La práctica habitual de esta disciplina, con sus variantes, posibilita mejorar el estilo de vida de manera radical.

¿Cómo lo hace? En primer lugar colabora con nuestra imagen personal y autoestima, además de aumentar el poder de concentración y la memoria.

Estos cambios se reflejan en el incremento de la fuerza de voluntad y de confianza en uno mismo, que se traducen en la liberación de pensamientos y emociones negativas de nuestra mente y espíritu.

Por último, la concentración también posibilita lograr un nivel de conciencia mayor que aporta claridad y serenidad para afrontar las diversas situaciones de la vida.

Vale decir que practicar yoga es accesible para las personas de cualquier edad, y que los ejercicios se adaptan a las necesidades de cada uno.

No requiere de mucho esfuerzo físico y tampoco de equipos especiales, solo ropa y calzados cómodos, colchoneta y un buen lugar físico o  al aire libre.

Sin lugar a dudas el yoga es una disciplina física pero también en gran medida espiritual, ya que posibilita el encuentro con nosotros mismos.

No se trata de demostrar destrezas físicas, ni de competir con los demás, si no de poder conectar a través de la respiración, la relajación y la meditación con nuestro interior.

Todo esto por medio de las diferentes posturas que se pueden aprender en  dichos cursos.

Para tener en cuenta al momento de decidirnos a realizar un curso de yoga, es importante conocer quién lo dicta porque uno de los principales elementos para el aprendizaje correcto de esta disciplina es hacerlo con alguien que posea los conocimientos y esté habilitado para dictar esta disciplina.

También es deseable que podamos tener una conexión empática con la persona que nos va a guiar en la práctica del yoga.

Otro punto a tener en cuenta es que existen distintas escuelas de yoga, por ejemplo el Astanga Yoga, el que requiere una mayor exigencia física.

Resulta ideal para lograr el autocontrol y el control de adicciones.

El Iyengar Yoga: habitualmente se emplean objetos para realizar las posturas.

Ideal para la corrección de posturas.

El Hatha Yoga, es el indicado para beneficiar la salud mental.

El Kundalini yoga: las posturas son sencillas, requiere poco esfuerzo físico, ideal para quienes desean reducir la velocidad del ritmo de vida.

Por su parte el bikram yoga (en ambientes cálidos) y el yoga aéreo, son prácticas que cambian el ambiente pero no varían en la disciplina.

Por último, lo óptimo es encontrar un lugar y un horario en los que nos sea accesible concurrir a clases.

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