Cómo hacer para limpiar nuestros zapatos

Cómo hacer para limpiar nuestros zapatos

Cómo hacer para limpiar nuestros zapatos

Cómo hacer para limpiar nuestros zapatos. Consejos útiles.

 

Desde luego que vivimos en la era de la imagen y la estética, razón por la cual la vestimenta y su pulcritud son importantes. Una camisa limpia, un pantalón bien planchado y unos zapatos a tono, son algunas de las cuestiones que los hombres debemos tener en cuenta antes de salir a la calle. Aquí compartimos algunos pequeños consejos dirigidos a la platea masculina para mantener bien limpio nuestro calzado.

En primer lugar debemos poner sobre una mesa dispuesta a una altura cómoda, todos los elementos necesarios que utilizaremos para limpiar nuestros zapatos. El limpiador, la cera del color de nuestros zapatos, un cepillo y una franela nueva son algunos de los utensilios necesarios para que el zapato de un hombre brille.  Una vez dispuestos sobre la mesa junto con nuestro calzado, comienza la labor.

El cepillo, es lo primero que vamos a utilizar y será con el objetivo de limpiar totalmente el calzado.  Toda suciedad debe ser eliminada por medio de cepillado exhaustivo y este primer paso debe ser ejecutado intensamente.

Una vez eliminada cualquier suciedad que pudiera tener nuestro zapato, nos disponemos a pasar cera cubriendo ampliamente toda la superficie del mismo. La cera se aplica de forma circular para poder cubrir el zapato por completo ya que ésta le otorgará el brillo necesario para lucir elegantes.

Luego de encerado el zapato por completo es preciso dejarlo reposar un tiempo hasta que el mismo se seque.  Una vez seco el zapato y luego de haber sido limpiado y encerado, será preciso volver a cepillarlo de forma contundente para eliminar cualquier marca que el encerado pueda haber dejado en la superficie del zapato.

Para finalizar el proceso, debemos utilizar la franela. Sería bueno que si la misma no es nueva, haya sido utilizada no más de dos o tres veces; de esta manera, estaremos utilizando elementos de calidad y limpios, que permitirán realizar el proceso de limpiado de nuestros zapatos con mayor eficacia.

En sendos movimientos precisos y contundentes, tal cual los que realizamos mientras cepillamos el calzado, debemos cubrir la superficie del zapato de lado a lado para que de esta forma no quede ningún sitio sin limpiar. Si bien la prenda debe ser suave –una franela nueva o semi nueva- nuestra labor debe realizada con ímpetu de forma tal que nuestro zapato quede reluciente.

Por último, vale recordar la importancia de almacenar todos los elementos utilizados para la limpieza de nuestros zapatos en un mismo lugar, de esta manera estarán listos para una nueva ocasión en la que deseáramos realizar de nuevo la misma tarea.

Una vez limpios ambos zapatos y almacenados todos nuestros elementos en un mismo lugar, el trabajo quedará concluido y sólo restará disfrutar de la elegancia que nos brindará nuestro calzado.

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