En la actualidad, muchísimos trabajadores reconocen una merma en su capacidad de concentración y la misma termina por perjudicar la eficacia respecto de su labor. Para ganar en eficacia no resulta necesario añadir horas a la jornada, más bien se trata de aprovechar al máximo aquellos momentos en los que uno se encuentra trabajando.
Lee el siguiente texto y deja de lado la desconcentración, tan nociva para el fiel desempeño que pretendes al interior de tu jornada laboral.
Cómo ganar eficacia en nuestra jornada laboral
El clima que uno genera en el ambiente de trabajo resulta importante en función del desempeño posterior. Lo primero que debes hacer para ganar en eficacia es generar un espacio de trabajo acorde con la labor que realizas, evitando todo tipo de estímulos negativos que puedan desconcentrarte. La disposición de objetos es fundamental y por supuesto, deberás evitar el ruido si lo que quieres es trabajar de manera aplicada.
En segunda medida, resulta interesante pensar cuáles son aquellas cosas que uno está en condiciones de hacer y cuáles las que no. Saber distinguir estas dos dimensiones te permitirá decir que no cuando un problema pueda sobrepasarte a futuro, al tiempo que planificar mejor aquellas labores que sí te sientes en condiciones de hacer. Es muy común que un jefe presente una demanda y todos pretendan resolver el pedido, pero si ese pedido te sobrepasa terminarás perdiendo eficacia en tu jornada laboral.
Ser proactivo es indispensable, condición de posibilidad para desenvolverte de forma eficaz en el trabajo. Cada vez que se presenta un problema debes hacer lo que esté a tu alcance por resolverlo, sin vacilaciones que lleven a perder tiempo. La eficacia también se ejercita y es en la resolución de problemas cotidianos como podemos fortalecer esta cualidad.
El clima de trabajo, aprender a decir que no respecto de lo que no podremos lograr y presentarse como una persona proactiva, hacen a la posibilidad de ganar eficacia en el ámbito laboral. Lo cierto es que ninguna de estas cuestiones nos propinará el éxito pretendido si no contamos con la planificación necesaria respecto de nuestro trabajo. La planificación, entonces, es una de las actividades –sino la más- más importantes a la hora de desenvolvernos eficazmente en el plano laboral.
A veces resulta difícil tomarse todos los días un tiempo para planificar la labor diaria, por lo cual es preciso armar una agenda semanal en la que al comienzo de la misma detallemos cuáles son aquellas actividades que pretendemos realizar para trabajar eficazmente. Por supuesto, esa agenda estará supeditada a cuestiones que puedan surgir con el paso de los días, pero servirá de guía a la hora de realizar todas y cada de las actividades expuestas.
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