Parece un juego de palabras pero la ropa blanca al estar guardada, sobre todo en invierno, es la que más amarilla se pone más un en el cuello y los dobleces. Veamos cómo lavarla bien para que quede como nueva toda ropa guardada o de uso cotidiano porque las mangas también juegan malas pasadas.
Lo aconsejable ante todo es dejar la ropa blanca sumergida en un detergente natural por una o dos semanas con una cucharadita de sal y el gran truco: el jugo de al menos dos limones. Cuando pasen los días verán que directamente enjuagan y quedan increíbles, siempre y cuando no las dejen secar al sol como mucha gente piensa. El sol en lugar de blanquear más la ropa la vuelve amarillenta.
En cuanto a las medias blancas si las han de lavar en lavarropas o a mano, la sumergen y le agregan jugo de limón durante solamente unos 10 minutos y también pueden usar agua oxigenada, o bien unas pocas gotas de amoniaco. Luego se enjuagan y finalmente se lavan con el jabón habitual. No olviden que toda la ropa blanca se lava con agua fría.
En caso de tratarse de ropa de lana, es conveniente lavarla con detergentes suaves que se venden en todos los mercados para ropa fina y siempre en agua fría y si se transpira mucho también se pueden quitar esas manchas. Es siempre aconsejable lavar la ropa de bebé, fina y blanca a mano por lo delicadas que son. También para este tipo de prendas finas el jabón blanco es excelente. Se hace espuma con él, se coloca la prenda en un balde con agua fría y se la va refregando suavemente para que no se dañe. Se enjuaga y sin escurrir, se cuelga bien mojada y de paso quedará como recién planchada. No olviden dejar secar a la sombra. Si lavan a mano también el jabón en polvo en poca cantidad es una buena alternativa. Se deja la prenda en remojo y luego se la enjuaga con mucha agua fría.
Si no van a lavar mano, deben colocar el lavarropas a una temperatura de hasta 40ºC y no centrifugar porque se estropearán las prendas. Tampoco se las debe pasar por el secarropa. Un tip esencial: jamás usen lavandina cuando laven ropa blanca.
Si hay manchas muy fuertes o bien muy amarillas, se les ha de colocar un poco de vinagre, a continuación enjuagarlas o directamente lavarlas con un detergente líquido para ropa fina y ya el olor se irá, como así también la mancha. Se pueden ayudar de un pequeño cepillo de cerdas muy blandas.
El bicarbonato como ya hemos visto en otros artículos, les servirá también en el lavado de ropa blanca y si desean pueden colocar unas gotas de alcohol en el lavado junto al jabón.
Finalmente, en caso de manchas muy rebeldes se pasa sobre la zona la cáscara de limón frotando el tiempo que sea necesario hasta quitarla. Se puede hacer por otro lado, una mezcla de limón con bicarbonato lo cual dará excelentes resultados.
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