Apuntes de tesis: las fuentes de investigación

Apuntes de tesis: las fuentes de investigación

Apuntes de tesis: las fuentes de investigación

Apuntes de tesis: las fuentes de investigación. Educación.

 

En varias oportunidades compartimos con la comunidad de Red Estrategia información relacionada al desarrollo mismo de una tesis, entendiendo que la misma es importante en función de realizar un trabajo académico integrador de todos los conocimientos adquiridos en un determinado período de tiempo.

La tesis, es condición de posibilidad para graduarse, y la misma puede estar enfocada en vistas de obtener un título de grado, doctoral, o pos doctoral entre otros. El texto presente, se permitirá abordar aunque en forma escueta, dos tipos de fuentes de investigación, a saber, las más conocidas en función de la realización de una tesis.

La documentación científica es fundamental en el armado de la tesis, y para obtenerla debemos valernos de fuentes confiables. Para estudiar un tema determinado debemos conocer si existen teorías en función de aquello, hipótesis, debates abiertos, etc., y una vez recolectada esa información, sistematizarla en forma óptima con el objetivo de echar luz sobre determinado tema. Las fuentes de investigación, como verán, juegan un papel fundamental al interior de la tesis.

 

Fuentes primarias y fuentes secundarias

Según el nivel de información que contengan, las fuentes de investigación pueden dividirse en primarias y secundarias. Se conoce como primarias a aquellas que producto de un sistemático trabajo intelectual aportan conocimientos novedosos u originales, y las secundarias son las que contienen también información valiosa pero la misma ha sido organizada como consecuencia de un análisis pormenorizado de las fuentes primarias. Reorganizar documentos primarios originales es una manera –quizás la más recurrente- de producir fuentes secundarias de investigación.

 

Las fuentes: ¿resultan confiables?

La confiabilidad de las fuentes de investigación es indispensable para que las mismas aporten a nuestro trabajo científico el rigor que merece. No es recomendable utilizar fuentes que no revistan la más mínima confiabilidad, ya que las mismas podrán hacer fracasar nuestro trabajo no sólo al momento de ser examinado, sino en tiempos en los que quisiéramos valernos de él en términos puramente intelectuales. Es decir, el conocimiento que creyéramos producir al tiempo que realizamos un trabajo científico que no busca rigor en sus fuentes, será un conocimiento sin sentido que no nos aportará nada a nosotros.

La confiabilidad de las fuentes de investigación resulta cada día más importante a la hora de investigar, ya que es por todos conocido el escenario que proponen las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, en el cual cualquier persona puede publicar en internet información de variada índole, aumentando así el riesgo del investigador a utilizar fuentes informativas que desde luego resultan desechables.

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