Cortometraje: Un juego absurdo

Una agradable puesta en escena, un ambiente propio de la década de los 70’, música romántica, tragos, bocadillos, Él y a lo lejos, Ella. En medio de todo, se presenta la inelegante típica situación adolescentilla del encare, levante o dicho de forma un poco sutil, el juego de la seducción, pero para ser concreto, se trata de “Un juego absurdo”.

Así es como se llama el cortometraje galardonado con 19 premios y presentado en más de 50 festivales internacionales, dirigido por Gastón Rothschild y protagonizado por Martín Piroyansky (Él) y Eliana González (Ella), un elenco que nos presenta una pequeña agradable historia que entre los monólogos y pensamientos imaginativos internos, el joven tiene que lidiar con los miedos e inseguridades que se le despliegan a la hora de acercarse a su objeto deseado. El film trata una temática particular, pero es planteado de tal manera, que nos obliga a sentirnos identificados y no podemos escapar al hecho de que por momentos Él, somos nosotros.

A grandes rasgos parece sencillo, pero acercarse a platicar con la chica más hermosa que nos podamos imaginar, no es nada fácil, sobre todo si nosotros somos el flacucho escuálido, con una prominente nariz y peinado atípico. Un detalle indirecto que no me deja pensar en otra cosa que no sea: “La apariencia es un factor que nos limita a la hora de la seducción”. No por eso está demás el análisis matemático de la relación que hay entre un objeto y otro, porque la distancia que separa a un objeto del otro, es el asunto primordial. Un asunto que se puede ir al diablo, cuando decidimos dejar de lado nuestros miedos e ir directo al grano, acercarse a ella, la parte más difícil y más interesante.

Es el desenlace de la historia, el que nos deja el mensaje principal, la cualidad de romper con los propios estereotipos establecidos por la sociedad y su indulgente manera que a veces tiene con los más débiles. Quién no quisiera haberse expresado así con una chica cuando te pone las cosas de forma tan difícil, que lindo sería descargar esas emociones reprimidas con quien es tan duro con nosotros.

Probablemente nunca hayamos actuado así, porque creo que es una situación que solo en la ficción es posible que sea tan perfecta, de todas formas gracias a este corto muchos se sentirán más que de acuerdo con nuestro joven protagonista, pero no se va a echar en falta el humor de unos diálogos ordinarios, pero que encajan más que perfecto con el personaje ambiente y situación.

Esto es así y siempre va a ser así, un juego absurdo, pero si fuera más fácil, sería aburrido”.

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