Terapias no convencionales: Gemoterapia, el poder curativo de los cristales

Terapias no convencionales: Gemoterapia, el poder curativo de los cristales

Terapias no convencionales: Gemoterapia, el poder curativo de los cristales

El poder curativo de los cristales: ¿Qué es la Gemoterapia?

 

Los cristales formaron parte, desde tiempos muy antiguos, de la vida religiosa y mística de muchos pueblos. Se valoraban por su energía, sus vibraciones cromáticas, los minerales que poseen.

Grandes catedrales utilizaron esta sabiduría ancestral, como la de Winchester, que fue construida sobre piedras especiales, alineadas en el mayor círculo de base que se haya construido jamás. También utilizaron conocimientos de radiestesia para detectar las formaciones rocosas, las líneas electromagnéticas y corrientes subterráneas. De tal manera que varios elementos confluyen: agua, cuarzo, tierra, y también la luna y el sol, penetrando en las estructuras.

Los vikingos utilizaban el cristal para la navegación, los romanos , el aguamarina como piedra mística de la videncia, así como el rubí y la turquesa, la esmeralda y  los papas, utilizaban los zafiros, como elemento de conexión.

La concepción de la gemoterapia no sólo es antigua, sino también actual. Consideremos  el hecho de que todo lo que existe, está vibrando, es energía. Estas vibraciones se afectan entre sí, por lo que pueden utilizarse elementos vibratorios naturales como los cristales, para influir en la salud de las personas. Cada  piedra posee una virtud vibracional específica, debido a los diferentes minerales, proporciones de agua, presión capturada en la estructura molecular, etc.

Es aconsejable llevar la piedra encima, en contacto con la piel, dormir con la gema bajo la almohada, sumergirla cinco minutos en agua purificada y luego beber algunos sorbos, mientras se está en tratamiento. También son buenas como conexión durante una meditación, ayudando a enfocar la atención en el trabajo interior.

Para limpiarlas, sumerja en agua con sal, expóngalas durante una noche a la luna llena, luego enjuague y continúe utilizándolas.

Gemas y su propiedades energéticas:

Ágata: Digestión, nerviosismo

Aguamarina: Ansiedad, dolores de espalda

Amatista: Fracaso, menopausia

Ámbar: Memoria, dolor de muelas

Coral: Depresión, intoxicación

Cristal de roca: Concentración, probl. piel

Cuarzo: Ansiedad, dolor de cabeza

Diamante: Falta de energía, mareos

Esmeralda: Negatividad, debilidad

Granate: Tristeza, cansancio ocular

Jade: Intolerancia, muelas

Lapislázuli: Soledad, fiebre, sinusitis

Malaquita: Inconstancia, alergias

Ojo de tigre: Debilidad nerviosa, útero

Obsidiana: Culpa, impotencia y frigidez

Ónix: Retraimiento, nerviosismo

Perla: Pesimismo, tensión, corazón

Rubí: Memoria, melancolía

Rutilo: Temores, insomnio, sexualidad

Topacio: Aislamiento, sist. circulatorio

Turmalina: Celos, hígado y vesícula biliar

Turquesa: Negatividad, espalda y columna

Zafiro: Insomnio, hipertensión

Zircón: Atención, aparato respiratorio

Amarillos: Optimismo, crecimiento

Violáceos: Desapegos

Blancos: Orden y equilibrio

Azules: Calma y armonía

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