Cuando se trata de eliminar unos kilos de más, los especialistas en nutrición están de acuerdo en que los planes nutricionales más efectivos y de efectos duraderos son los que nos permiten bajar entre 500 gr y 1 kg por semana.
Sin embargo, si los que nos interesa es perder peso rápido para una ocasión especial y en una fecha determinada, y gozamos en general de buena salud, hay planes y consejos útiles que podemos seguir por un período determinado para deshacernos de lo que nos sobra con más rapidez.
Esta alimentación especial nos ayudará a eliminar agua retenida y a quemar grasa sin perder musculo. Se puede seguir por una semana o dos sin padecer restricciones.
Recomendaciones:
Día 1:
Realizar una dieta depurativa donde se consumirán solo líquidos. Es solo por 24 horas, y podremos tomar caldos de verdura, licuados de verduras, jugos naturales de fruta sin azúcar agregada, infusiones, y por supuesto muchísima agua. Como se dijo es solo por un día, para depurar al cuerpo de toxinas.
Día 2 en adelante:
A partir del día 2 la norma será no restringirnos ni pasar hambre, simplemente tratar de elegir alimentos más sanos y livianos que lo normal, y consumir porciones menos abundantes.
Comenzaremos y terminaremos el día con un vaso de agua con jugo de limón. Por la mañana, al levantarnos antes del desayuno, y por la noche, 15 minutos antes de ir a dormir. Esto ayuda a continuar depurando el cuerpo y eliminando las grasas.
Durante el día, haremos 5 o 6 comidas pequeñas cada 2 o 3 horas, en vez de dos comidas grandes. Este es un consejo muy popularizado y recomendado por la mayoría de los nutricionistas, ya que realizar muchas comidas pequeñas ayuda a mantener activo el metabolismo y quemar más calorías. Es importantísimo no saltear ninguna de esas comidas, y que nuestras elecciones para las colaciones sean sanas, como yogures, trozos de queso, puñados de frutos secos o frutas.
Los alimentos que eliminaremos por este tiempo para ayudarnos a alcanzar más rápido la meta son el alcohol, las gaseosas, los jugos de fruta con azúcar, la sal, las harinas blancas (arroz, pastas, pan) y todo lo que tenga azúcar (como chocolates, galletitas, panes, facturas, dulces, etc.).
Beber 2 litros (ocho vasos) de agua diarios también en fundamental (ojo, hablamos de agua pura, no jugos y gaseosas). Para ayudar la sensación de saciedad podemos tomar uno o dos de los 8 vasos de agua diarios antes de cada comida, y una taza de té rojo al finalizarla. En cuanto a las comidas, se eliminarán las harinas blancas, pero podemos comer harinas integrales una vez por día, preferentemente en el desayuno; por ejemplo: una rodaja de pan de salvado, acompañado de dos piezas de fruta.
En vez de harinas trataremos de comer más cantidad de proteínas, ya que al bajar de peso rápido corremos el riesgo de perder masa muscular en vez de grasa si no estamos comiendo suficiente proteína. De origen vegetal pueden ser las lentejas y la soja, y de origen animal las carnes rojas, de cerdo, pollo o pescado, tratando de elegir siempre las más magras. Los caldos, las verduras y frutas se podrán consumir de manera ilimitada en las comidas, siempre cocidas al vapor o a la plancha, y tratando de evitar los fritos, rebozados y salsas por completo.
Acompañando estos tips con unos 30 minutos de ejercicio cardiovascular todos los días los resultados serán más notables aún. Si los horarios nos lo impiden, las simples actividades como subir por escalera en vez del ascensor, o caminar unas cuadras en vez de tomar un colectivo o el auto, también pueden marcar una gran diferencia.
Siguiendo estos consejos saludables, sin productos químicos ni restricciones exageradas, es posible bajar de peso rápido en solo un par de semanas. Solo falta seguir cada paso con constancia, y en cuestión de días se verán los resultados por dentro y por fuera.
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