“El día de la marmota” (Groundhog Day) es una excelente comedia estadounidense de 1993 dirigida y co-escrita por Harold Ramis (1944 – 2014), un experto del género que además es famoso por escribir las dos películas de “Los Cazafantasmas” e interpretar en ellas al querido científico/nerd Egon Spengler.
El gran Bill Murray protagoniza junto a Andie McDowell y un excelente elenco de actores secundarios. Si bien en su momento obtuvo buenas críticas y números en la taquilla pero no un gran reconocimiento, con el paso del tiempo el film fue ganando muchos adeptos, y actualmente es considerada una película de culto. Budistas, miembros de las fuerzas armadas norteamericanas e incluso políticos como Bill Clinton la han incorporado como parte de sus discursos y jerga, y a esta altura se ha vuelto una expresión muy popular en los países angloparlantes para describir una situación molesta o difícil que se repite una y otra vez. Aquí es donde analizaremos cuales son los motivos por los que este film sigue perdurando, y su mensaje resonando de muchas maneras. (Atención: se revelan detalles de la trama y el final)
Groundhog Day: La historia de un marmota… y una marmota
El film nos cuenta la historia de Phil Connors, un reportero y meteorólogo interpretado por Murray, quien es poco respetado en su trabajo y muy poco apreciado por sus compañeros, y que suele ser enviado a hacer notas de poco valor en pequeñas ciudades, muy a su pesar. En uno de estos viajes debe cubrir el famoso “festival anual de la marmota” de Punxsutawney, un pequeño distrito que realmente existe, y se ubica en el condado de Jefferson del Estado de Pensilvania. Durante este todo el pueblo se congrega a observar si la marmota-mascota del pueblo saldrá de su cueva y mirará su sombra, lo que significa que habrán seis meses más de invierno, o si mirará adelante, lo que significa que la primavera llegará antes.
Cuando la marmota anuncia que seguirá el invierno por un tiempo, ese tiempo se vuelve eterno para el protagonista, literalmente: sin saber cómo o porqué, cae en un hechizo del tiempo (precisamente ese es el título con el que el film se estrenó inicialmente en Latinoamérica), y comienza a revivir el mismo y único día que ha pasado en el pueblo, una y otra vez. Esta situación obviamente primero deja perplejo y confundido a Phil, y mientras espera cada “nuevo día” que la marmota mire hacia adelante y no a su sombra, con la esperanza de que el ciclo de repeticiones termine, su accionar va cambiando con el tiempo.
Al principio, Phil solo busca aprender las rutinas de los habitantes con el fin de divertirse, ser hedonista, engañar o burlarse de la gente que ve siempre en sus recorridos. Después de un tiempo, Phil se enfoca en conquistar a Rita Hanson, su compañera de trabajo, en quien se fijó desde el principio, pero a quien siempre le cayó mal debido a su arrogante, amargado y cínico comportamiento habitual. Aprovechando las conversaciones con Rita, Phil aprende varias habilidades como hablar en francés, tocar el piano y hacer esculturas de hielo. Parece que está a punto de lograr su objetivo, pero luego todo se complica…
Concluiremos con el análisis de este film en la segunda parte del artículo.
Un día especial: Groundhog Day, y el porqué de su popularidad y legado universal (Parte I)
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