Esculturas de Calatrava en Nueva York

El polémico arquitecto Santiago Calatrava (Benimámet-Valencia, 1951) se da un respiro de las magnas obras públicas que no dejan de llevarlo a los juzgados y expone en una de las zonas de más alto nivel económico de Manhattan siete monumentales esculturas.

Las obras, de aluminio, estarán colocadas hasta el uno de noviembre en la mediana de Park Avenue, la antigua 4ª Avenida, entre las calles 52 y 55 de la urbe neoyorquina.

 

Esculturas de Calatrava en Nueva York

El despliegue escultórico del arquitecto valenciano —premio nacional en 2005 y firmante de, entre otros proyectos escandalosos que llegaron a los juzgados, del Centro de Convenciones de Castellón, un puente en Venecia, la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia y la ópera de Palma—, está organizado por la potente Marlborough Gallery, responsable de la exposición a cielo abierto de las siete piezas, y apadrinado por la Fundación Para Park Avenue y el área municipal de Parques de Nueva York, en cuyo programa de Arte en los Parques está incluida la muestra.

 

Abstraídas de la naturaleza

Las siete grandes esculturas de Calatrava (la más alta mide 6 metros y la más larga algo más de 12) son de aluminio pintado en negro, rojo y plata. Se trata de abstracciones que parecen hojas dentadas similares a las de una palmera. Los galeristas sostienen que las «formas expresivas» empleadas por el arquitecto-artista son «estructuras abstraídas de la naturaleza».

La «relación con el mundo natural» de las obras «sugiere un vínculo entre el hombre y la naturaleza, lo que implica que las esculturas son como objetos en un bosque humano», precisa Calatrava en unas breves declaraciones distribuidas por la Marlborough. Dentro de cada escultura, añade, «una lógica interna de autonomía ofrece formas líricas e implica un sentido de elevación espiritual».

 

Cables casi invisibles

Cada una de las piezas, tituladas con la letra S seguida de un número, se mantiene en su lugar gracias a la tensión y la compresión aportadas por una estructura de «cables muy finos, casi invisibles». La intención de Calatrava es dar la impresión de que las esculturas «simplemente crecen desde el suelo».

Antes de construir las esculturas, Calatrava hizo modelos a escala para evaluar las características estéticas y estructurales de cada obra. Vistas de perfil parecen estructuras arqueadas en torno a una nervadura, pero de cerca adquieren «profundidad arquitectónica». El autor quiere, prosiguen los organizadores de la exposición al aire libre, «dar forma y redefinir los límites que históricamente han separado a las artes visuales, especialmente la escultura, la arquitectura y la ingeniería».

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