El síndrome de Down, lo que debemos saber

Es una alteración de carácter genético, cuya causa aún es desconocida, se produce en el momento de la concepción. Poseemos 23 cromosomas que provienen de la mamá y 23 que  aporta el papá, sin embargo, puede suceder que esta perfecta suma de 46 cromosomas, se vea alterada por un cromosoma extra aportado por alguno de los padres. Es así que nacerá un niño con síndrome de Down.

 

El síndrome de Down, lo que debemos saber

El cromosoma extra le da a estas personas cierto perfil físico en común, que es detectado en el momento del nacimiento e incluso antes. Entre las características más comunes se encuentran: orejas y manos más pequeñas, ojos con inclinación oblicua, baja estatura, etc. Pero estas son solamente descripciones referidas al diagnóstico clínico, lo que realmente nos interesa es la evolución de estos pequeños y su interacción con el medio, ya que desde allí se dará su mejor o peor evolución.

Antiguamente se los consideraba deficientes mentales, pero lejos está esta definición de la verdadera condición de los niños con síndrome de Down. Se ha comprobado que son perfectamente capaces de desarrollar las mismas habilidades, incorporar conocimientos y realizar el mismo aprendizaje que los demás niños, sólo que un poco más lentamente. Por ello existen sistemas didácticos diseñados especialmente para ellos y de esta manera  lograr una mejor respuesta.

Es importante que la mayoría de los establecimientos educativos integren a estos niños y adolescentes al sistema, ya que de esta manera se construye una sociedad realmente inclusiva en la práctica directa.

Para estos pequeños es fundamental el entorno en que se encuentran, ya que su sensibilidad es mayor y su mundo emocional es intenso. Suelen ser muy afectivos con su familia y también con sus maestros. Ellos poseen sentimientos intensos y suelen enamorarse con facilidad; no son escasas las parejas que se forman entre jóvenes que tienen este síndrome.

 

Ser padres de un niño con síndrome de Down

El desarrollo, la autosuficiencia y la capacidad de tomar decisiones de vida, no les está vedado de ninguna manera. Sólo precisan apoyo, paciencia y mucho afecto de sus familias y amigos, para lanzarse hacia el mundo con seguridad.

Gracias a esta nueva manera de ver el síndrome de Down, ya no es motivo de aprensión para los padres que antes se preguntaban qué ocurriría si ellos no estuvieran para protegerlos. Las nuevas formas de aprendizaje les  permiten lograr una gran autonomía y mejor maduración para  una vida plena.

Desde el momento en que este pequeño tan especial se incorpora a la familia, comienza un proceso de aprendizaje diario. Es importante que los papás conozcan las posibles afecciones que podrían afectar a su hijo, para actuar de manera preventiva y estar preparados.

Si hay momentos de crisis, es aconsejable que la familia recurra al apoyo psicológico, como así también que se tenga conocimiento acerca de la sensibilidad especial de su hijo.

La familia será el cimiento sobre el cual un niño con síndrome de Down forjará su fortaleza con alegría y seguridad.

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