El pensamiento positivo es bueno para tu corazón

La vida puede cambiar rápidamente en un momento dado. Estos cambios inesperados pueden asustar y asustarnos, que a su vez nos hace sentir negativos. Podría ser algo tan simple como tropezar y golpearse el dedo del pie al levantarse de la cama, lo que establece el tono para todo el día. Si cultivamos una mayor conciencia tratando de ser positivos, tendremos el poder de cambiar radicalmente la forma en que nos sentimos.

Yo sé que el pensamiento positivo a menudo tiene una mala reputación. Eso es porque la negatividad es a menudo erróneamente percibida como poderosa y decisiva, con un dejo de cinismo.

La positividad, por otra parte, es a menudo erróneamente considerada como insignificante, suplicante e incluso débil. Pero considera que prolongados en el tiempo, los sentimientos negativos acumulados como la ira y la hostilidad puede dar lugar a consecuencias perjudiciales para la salud.

Por suerte, las contribuciones del campo de la Psicología Positiva están verificando la importancia de la positividad, no sólo que sugiere que es mucho más potente de lo que pensamos, sino que es un poderoso componente necesario para lograr una salud óptima y bienestar general.

 

El pensamiento positivo es bueno para tu corazón

La positividad incluye significados positivos y actitudes optimistas que desencadenan las emociones positivas, así como la mente abierta, un corazón tierno, extremidades relajadas, y rostros suaves que marcarán el comienzo de una nueva persona. Incluso incluye el impacto a largo plazo que las emociones positivas tienen en tu carácter, tus relaciones, la comunidad y el medio ambiente.

 

Por ello, les dejamos algunas sugerencias simples para incrementar tu positividad

#1

Durante el día, sé consciente de tus victorias: a la finalización satisfactoria de un proyecto, un gesto amable, una dirección de correo electrónico de buen humor, o un complemento inesperado que te llevarán a cambiar poco a poco tu modo de encarar lo que el día te entregue.

#2

Toma un tiempo para estirar de todo el cuerpo cada tanto (quizás cada una o dos horas). Encarar un paseo a paso ligero con un compañero de trabajo en tu hora de almuerzo puede ser una opción. Disfruta de tus meriendas saludables favoritas, y mantente hidratado sin falta.

#3

Ritualiza tu transición al cierre de la jornada laboral. Conscientemente decide lo que quieres traer a casa contigo. Deja las cargas y los trastornos del día atrás. Siéntate en el coche durante unos minutos y respira profundamente. Cuando llegues a casa, tómate el tiempo para relajarte y descansar con un movimiento de cinco minutos “acostado de espalda”, estirándo tu cuerpo suavemente mientas disfrutas de un minuto de relajamiento casual de silencio bien merecido.

#4

Ponte en contacto y conéctate con tus seres queridos. Llamalos por teléfono, escríbeles un texto, envía un correo electrónico, envíe una carta de amor o una foto compartida de un recuerdo feliz. Ríe, baila, comparte una comida, tómate el tiempo para sentarse juntos, tomarse de las manos, o dar un tierno abrazo (que nunca están de más).

#5

Haz una lista permanente de lo que “no está roto”, y sería bueno mantener un diario “de gratitud”. El desarrollo de una actitud positiva enriquece enormemente nuestras vidas, así como la de los que nos rodean. Cultivar la positividad puede alterar tu cuerpo, mente y espíritu en formas formidables que te ayudarán en la creación de una vida mejor; por que el tesoro de tu propia positividad te está esperando.

Y tú, ¿cómo fomentas la positividad en su vida cotidiana?

Sea el primero en comentar

Deje un comentario

Tu dirección de correo no será publicada.


*