¿Cómo saber si he sufrido una lesión?

Frente a un golpe fuerte o un ejercicio físico intenso, nuestro cuerpo puede manifestar dolor e inflamación. Sin embargo, ¿cómo podemos identificar si efectivamente se trata de una lesión?

Una característica de nuestros tiempos es el diagnóstico automático de malestares y enfermedades que conocemos de manera remota. Se trata de un mal hábito que definitivamente debemos abandonar, pues es el médico aquel que siempre debe tener la palabra definitiva.

Sin embargo, a veces la prisa o la falta de tiempo nos obligan a reconocer los males más simples para poder sanarlos a tiempo. Tal es el caso de las lesiones físicas, que pueden ser examinadas y tratadas de manera sencilla.

¿Cómo saber si he sufrido una lesión?

 

¿Qué es una lesión?

En primer lugar, debemos saber a qué nos referimos cuando hablamos de estas afecciones. Una lesión es básicamente un cambio en la forma y la estructura de una parte del cuerpo como producto de una causa externa o interna.

Comúnmente, suele confundirse este término con el de traumatismo. Sin embargo, éste último se diferencia de una lesión porque necesariamente implica un daño en la piel. Si bien las lesiones también pueden presentar heridas, lo que las caracteriza es su alteración en las funciones físicas.

 

Causas de una lesión

Los motivos por los que una lesión puede aparecer en nuestro cuerpo pueden ser de tipo externo o interno. Entre los primeros, se pueden incluir causas físicas (como traumatismos o quemaduras), químicas (como tóxicos o venenos) y biológicas (como virus o bacterias).

Entre los factores internos, los más comunes son los trastornos inmunológicos, las enfermedades hereditarias, los trastornos metabólicos y las malformaciones congénitas.

 

¿Cómo puede evolucionar una lesión?

Cuando las lesiones dicen presente en nuestro cuerpo pueden tomar dos caminos. El primero de ellos es la adaptación celular, que consiste en la manifestación de cambios en el tamaño y el crecimiento de las células afectadas para hacer frente al aumento o la reducción de tejido.

El segundo de ellos es la muerte celular y puede presentarse de dos maneras: con la muerte de la fisonomía de la parte afectada (necrosis) o con la muerte de la función de dicha parte (apoptosis). Este último caso sólo ocurre ante lesiones de carácter irreversible.

 

Enfermedades que provocan lesiones

Dentro de los factores internos que pueden dar lugar a una lesión se encuentran las enfermedades. Las más comunes son aquellas que se producen por acumulación de lípidos (como la aterosclerosis o la obesidad), la retención de hidratos de carbono (como la glucogenosis) y la acumulación de proteínas (como la amiloidosis).
Consejos para tratar una lesión

Si has logrado identificar que presentas una lesión en alguna parte de tu cuerpo, tu sistema inmunológico se encargará de corroborarlo mediante la inflamación de la zona afectada.

Si tu lesión es de carácter leve, bastará con que le apliques frío durante unos cuantos minutos y luego procedas a masajear la zona con una crema desinflamatoria. En estos casos, lo fundamental es siempre actuar con rapidez.

Ahora sabes cómo tratar estas afecciones desde la comodidad de tu hogar. No obstante, si el dolor persiste, no dejes de consultar a tu médico.

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