Cómo disfrutar de la Función a menudo agotadora de Padres de Familia

¿Alguna vez te haz esforzado físicamente hasta el punto en que te sintes absolutamente agotado después? Quizás estabas entrenando para una carrera, o empujaste tu cuerpo de alguna otra manera, y esa noche cuando por fin te encuentras descansando, sentías profundo cansancio. Y te sentías bien.

Hay una profunda sensación de satisfacción que puede venir de tener un empujó físico que has deseado realizar y que te han agotado como resultado del mismo.

¿Por qué es que nunca sentimos ese tipo de cansancio que satisface con nuestros hijos? Nos sentimos… simplemente agotados.

Puedes darte cuenta de que mientras en muchas oportunidades, cuando te haz sentido satisfecho de empujar tu cuerpo físicamente, nunca te haz sentido satisfecho cuando estas agotado después de cuidar a tus hijos.

Nunca te haz dicho, “dí todo de mí hoy con ellos. Estoy muy satisfecho con lo cansado que me siento en este momento, ya que significa que no dejé nada sin hacer. Me encantan mis hijos y su incansable energía de hoy”.

En cambio, tu mente está llena de juicio, de vergüenza y el pensamiento de autocrítica: “Tal vez no me gusta ser madre o padre; ¿cómo otros lo hacen? Tal vez estoy cansado porque no soy naturalmente un tipo de persona “cuidadora” y eso es un problema. Tal vez debería obtener más ayuda. Tal vez hay algo mal en mí. Tal vez estoy demasiado involucrado y debo enseñarles a ser más independientes”. Y así sucesivamente va tu mente.

Debajo de todo, hay una creencia fundamental de que hay algo mal si te sientes cansado.

Mientras que con las actividades atléticas, nos orgullecemos de lo cansado que tu cuerpo se sienta después. Lo podemos tomar como una señal de que “empujaste al límite” en el buen sentido, con esfuerzo saludable.

No estamos abogando por que todos debemos esforzarnos por sentirnos agotado cuando estamos con nuestros hijos y usamos eso como una insignia de honor.

 

Cómo disfrutar de la Función a menudo agotadora de Padres de Familia

Hay una diferencia entre el esfuerzo sano y el perfeccionismo. Muchos padres y madres se sienten cansados y abrumados con la “necesidad primera” de abordar el perfeccionismo y se dejan para relajarse, dejar ir la culpa y tomar decisiones alineadas con lo que realmente importa.

Casi todas las mujeres y hombres que conoceremos (quizás nosotros mismos incluidos) tiene que aprender a darse permiso para hacer menos. Mucho menos.

Dicho esto, incluso si hace menos y realizas practicas saludables esforzándote en lugar de intentar de llegar al perfeccionismo, no va a haber momentos en los que estás cansado al final del día.

En estos momentos, me he dado cuenta de que hay un cambio de mentalidad en torno agotamiento, algo que fundamentalmente cambia el juego.

Esta nueva forma de pensar implica abrazar nuestro agotamiento como una señal de que estamos viviendo una vida digna de ser vivida. Estamos dándole todo de nosotros.

Al igual que un atleta que sale al campo con barro, sangre y hierba manchas por todo sus brazos, piernas y ropa, nosotros también salimos a la vida todos los días. Trabajamos, ya sea en el hogar o fuera del hogar, queremos hacer una diferencia, tenemos buenas intenciones, amar con todo nuestro corazón y poner todo de nosotros en ello. Dejamos todo en el campo de la vida.

Y esto es algo para estar orgullosos.

¿Y si sentimos un profundo sentido de la satisfacción de nuestro cansancio, en vez de verla como otro signo de nuestra insuficiencia inherente?

En el fondo, queremos sentirnos orgulloso del esfuerzo que hacemos cada día con nuestro trabajo, tu familia y tu casa, en lugar de creer que hay algo mal en nosotros mismos si estamos agotados.

Así que la próxima vez que te des cuenta de que estás colapsando en el sofá al final del día, en lugar de sentirte como una víctima, intenta recurrir a tu pareja o familiar y dile: “fue increíble hoy. Mira lo cansado que estoy, realmente he vivido mi vida al máximo este día. Y eso es genial.”

Sea el primero en comentar

Deje un comentario

Tu dirección de correo no será publicada.


*