El crecimiento abismal de la tecnología trae aparejado el surgimiento de nuevas modalidades de trabajo que se adaptan a los tiempos que corren y a las nuevas profesiones que también surgen en torno a la era digital.
Dentro de estas nuevas formas de trabajo, el coworking es una forma de trabajo cooperativo que permite a los profesionales independientes, emprendedores, creativos y dueños de Pymes compartir un mismo espacio ya sea físico como virtual. De esta manera personas que incluso provienen de diferentes sectores se reúnen para desarrollar proyectos profesionales independientes.
¿Cuáles son los principales objetivos del coworking?
Uno de ellos es combatir la soledad laboral, un fenómeno creciente, y además bajar los gastos laborales. También esta modalidad permite que los profesionales cuenten con una infraestructura mucho más adecuada para recibir a los clientes, organizar reuniones de trabajo e incluso mantener una separación entre la vida familiar y la laboral.
Coworking también implica un sentido de comunidad, en la que no solo se comparte un espacio sino también ciertos principios.
Potencia las relaciones interpersonales ayudando a colaborar y a desarrollar entre todos una inteligencia colectiva. Es decir el coworking también permite crear sinergias.
Los espacios de coworking, que se multiplican día a día en el país y el mundo, por lo general ofrecen el mobiliario necesario, conexión a internet, salas de reuniones, fotocopiadoras e impresoras, bar, sanitarios, etc.
En muchos lugares de coworking se desarrollan eventos de todo tipo en los que pueden sumarse contactos y talleres que le permitirán al profesional desarrollar nuevas habilidades y proyectos.
Las ventajas de esta modalidad de trabajo ya las expusimos. Pero también pueden existir algunas desventajas, una de ellas es la pérdida de privacidad por el hecho de tener que compartir espacio con otras personas, otra es que estos sitios se rigen por una serie de normas que se deben respetar para mantener un buen clima laboral.
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