Por qué realizar un curso de dibujo

Algunas personas tienen una habilidad innata para el dibujo, hay otras personas que necesitan desarrollar esta  capacidad. Un curso de dibujo permite a quienes saben dibujar, profundizar sus conocimientos, adquirir nuevas técnicas o explorar otras posibilidades.

Para quienes todavía no pudieron desarrollarse en esta área, realizar un curso de dibujo los acercará a un mundo de creatividad y les permitirá descubrir que esta capacidad también se puede desarrollar.

Para empezar a tomar un curso de dibujo es importante contar con una gran cuota de perseverancia, ya que tal vez los primeros intentos no resulten de nuestro agrado y debamos seguir ejercitándonos varias veces más. Es importante querer dibujar, incluso llevar un cuaderno en el cual hacerlo en cualquier momento y lugar.

El dibujo es la habilidad básica para el desarrollo de otras actividades plásticas, requiere unas habilidades que una vez que se dominan se van integrando a otras más avanzadas.

Por lo general los cursos de dibujo comienzan desde lo elemental  a través de numerosos ejercicios sencillos. Es recomendable realizarlos más de una vez hasta estar seguros de dominar cada uno de los pasos.

 

Los cursos básicos por lo general se estructuran en diferentes lecciones como:

– El papel: historia, distintos tipos de papel, usos.

– Carboncillos y difumino: utilización de este utensilio y técnica de difumino.

– Utilización de gomas y trapos.

– Sombreado

– Ejercicios de práctica: trazos

– Tonos de degradado

– Dibujo de un paisaje

– Pintura y difuminación

– Luces

– Dibujo de un modelo al natural

– Volumen

– Profundidad- Sombreado

– Luces finales y acabados

Hay otros ejercicios que se pueden hacer para adquirir mayor destreza manual. Por ejemplo, dibujar en el aire: observar un objeto y luego, con el lápiz, trazar una línea imaginaria del contorno del mismo. Se puede hacer este ejercicio varias veces con distintos elementos que tengamos al alcance.

Nos ayudará a mejorar nuestra capacidad de observación, teniendo que prestar atención a la forma del objeto, dónde empieza una línea, cómo cambia de dirección, etc. Lo difícil es entender lo que vamos a dibujar y para ello nada mejor que observar los detalles que nos rodean.

Otro ejercicio básico es:

  • La gimnasia de trazos.
  • Sin levantar el lápiz y sin mover el papel.
  • Se trata de realizar líneas rectas, no tan rectas, curvas hasta líneas más complejas como las concéntricas.

Dibujar un objeto en el aire y luego trasladarlo al papel, es otra técnica sencilla que nos permitirá agudizar la vista y poder transferir esta observación a  nuestro dibujo. Otras técnicas son esbozar, es decir realizar un dibujo rápidamente para captar la forma de un objeto o sujeto. Otra es hacer trazos base, reducir la figura que queremos dibujar a su forma básica.  Debemos tener en cuenta que la dificultad al momento de dibujar está en la forma que las líneas sugieren, requiere práctica y destreza saber dónde ubicar y guiar cada trazo.

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