Museo Frida Kahlo: La Casa Azul

El museo Frida Kahlo está ubicado en uno de los barrios más antiguos y bellos de la ciudad de México,  el centro de Coyoacán. Es también reconocido mundialmente como  “La casa azul”.

Con el tiempo, se ha convertido en uno de los sitios turísticos y culturales más representativos de la zona. Dicha casa perteneció entre 1904 y 1958 a la familia Kahlo y cuatro años después del fallecimiento de la pintora se convirtió  en museo.

 

Museo Frida Kahlo: La Casa Azul

El terreno fue  adquirido por el padre de Frida en 1904, Guillermo Kahlo quien era de origen  húngaro-alemán y construyó la casa al estilo de la época. Posteriormente fue refaccionada por Frida y su pareja Diego Rivera.

Al conocer la casa azul, se puede percibir  la intensa relación que existió entre Frida, su obra y la casa, se podría decir que el universo creativo de la artista se puede respirar en cada rincón de la vivienda donde nació y vivió.

A pesar de haber vivido en distintos lugares a lo largo de su matrimonio con Diego Rivera, siempre regresó a la casa de Coyoacán. Actualmente es uno de los museos más recorridos en la capital mexicana, recibe mensualmente cerca de 25 mil visitantes, 45% de ellos extranjeros.

El Museo posee aquellos objetos personales de la artista, que la acompañaban cotidianamente y que incluso le facilitaron su vida posteriormente al accidente que la dejó imposibilitada en su movilidad. Pero además allí también se pueden apreciar algunas obras importantes como por ejemplo “Viva la vida”, “Frida y la cesárea”, “Retrato de mi padre Wihlem Kahlo” entre otras.

Frida Kahlo y Diego Rivera se casaron en 1929, y desde que se instalaron definitivamente en la casa de Coyoacán comenzaron a  coleccionar muestras de arte popular, objetos decorativos que les resultaban agradables de acuerdo a su desarrollado sentido artístico e inclinaciones nacionalistas.

En el comedor de la casa,  Frida y Diego adornaron los muros con pinturas populares del s XIX, las imágenes representaban bodegones, o naturalezas muertas con verduras, frutas y objetos mexicanos colocados en cacharros autóctonos. Sobre la mesa del comedor Frida solía colocar manteles provenientes de diversas regiones del país con bordados de colores, aplicaciones, etc. En el centro de mesa lucían bateas o guajes laqueados con arreglos de ramilletes de flores de papel o canastos con frutas de cera.

Con respecto a la vajilla en la casa se pueden apreciar  ejemplares de Puebla, Oaxaca, Michoacán, y el Estado de México. Los muros de la cocina y también del comedor, pintados de colores muy llamativos, están repletos de objetos de arte popular como: piezas de barro hechas por artesanos del s XIX,  piezas de imaginería como  tortilleras,  charros, vendedoras de frutas, cargadores y carboneros. También hay platones y objetos de vidrio soplado creados en color azul cobalto.

En la colección de Frida y Diego  están presentes además  numerosas muestras de barro vidriado de Patamban en Michoacán. La colección contiene platos, platitos, tazas y vasijas de reconocido color verde decorados en oscuro.

Otros recintos importantes para visitar en la casa –museo de Frida Kahlo, sin dudas son: la cocina tradicional con un amplio fogón de carbón. En uno de sus muros hay una pareja de palomas delineadas con jarritos de barro. En su vuelo, las figuras llevan un lazo con los nombre de Diego y Frida.

También dentro de la casa se pueden conocer la recámara de Diego, el estudio de Frida y el patio  de la escalera. Cabe señalar que a través de la página web del museo se puede realizar una visita virtual.

museofridakahlo.org.mx

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