La duda razonable: 12 Hombres en Pugna

Un acusado y 12 hombres que deben decidir su suerte declarándolo inocente o llevándolo a la silla eléctrica. Comienza el filme con la imagen de un joven muchacho y el pedido del juez al jurado de dar un veredicto. El muchacho ha sido acusado de asesinar a su padre con una navaja y los testigos que se han presentado lo incriminan sin miramientos.

Una vez que los 12 hombres traspasan las puertas del salón de reunión para discutir el veredicto, salen a la luz los impulsos de cada uno de esos hombres, la irresponsabilidad, los prejuicios, la identificación y la decisión apresurada de declarar culpable al acusado sin siquiera plantearse razonablemente si realmente es culpable o no.

El veredicto del tribunal debe ser unánime, y es la voz de uno de los hombres del jurado la que logra liberar, en un primer momento, al joven acusado de la silla eléctrica. Enfrentándose a la presión del resto del grupo que desea liberarse de su compromiso para seguir con las banalidades propias de sus mundillos.

Pero el salvador resiste, logra ser respetado y comenzar un debate para llegar a una decisión más certera sobre el destino del muchacho acusado de asesinato. Con sutileza en algunos momentos, brutalidad extrema en otros, pero siempre suspicaz y persuasivo concibe un discurso que penetra, poco a poco, en la psique de los otros miembros del grupo.

El personaje que induce al debate es interpretado por Henry Fonda, se presenta como un maestro de la persuasión en su sentido más original, podría cubrir sin dejar cabos sueltos cada detalle pautado en los procedimientos de la retórica que proponía Aristóteles.

Asimismo, se basa en la regla de la duda razonable, una regla que es parte de la ley americana. Esta regla consiste, para esbozarlo simplemente, en la absolución del acusado por el beneficio de la duda, fundada en la falta de plena prueba sobre la culpabilidad del imputado.

Así, este hombre comienza a desmenuzar cada parte del relato de los testigos y a poner en tela de juicio los testimonios dados, de una manera inteligente que demuestra claramente los errores y contradicciones en que han incurrido los testigos del hecho.

12 Angry men se produjo en el año 1957 y estuvo dirigido por Sidney Lumet, basado en una obra de Reginal Rose. Dicho libro fue escrito para televisión, pero luego fue adaptado para el cine y el teatro.

12 Hombres en Pugna es el filme ideal para quienes disfrutan de los discursos persuasivos, es un ejemplo práctico de la retórica de antaño, que se despliega magistralmente, en el discurso que brinda el integrante n° 8 del jurado. La pregunta que surge es si finalmente logra persuadir a todos los miembros del jurado para liberar al muchacho, pero eso lo dejo para que lo descubran por sí mismos.

Más que recomendable, de corta duración, en blanco y negro y con planos secuencias que colaboran en percibir el filme como si fuera en tiempo real. Háganse un lugar para disfrutar de 12 Angry men, no se arrepentirán.

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