Comprar propiedades “desde el pozo” ¿La inversión del momento?

¿Estás pensando qué tipo de inversión hacer sin especular con la inflación y que tu dinero no pierda valor con el tiempo? Si te interesa el rubro inmobiliario, aquí te presentamos una alternativa para tu economía, la compra de propiedades desde el pozo.

El dilema del momento y la pregunta que todo el mundo se hace en la actualidad es cómo realizar una buena inversión sin poner en riesgo el bolsillo. ¿En qué se puede invertir con la crisis económica que hoy en día afecta  a tantos países? El refugio más seguro y la apuesta de la gran mayoría de los inversores suele inclinarse en el último tiempo hacia el sector inmobiliario. Pero esto acarrea siempre una serie de dudas frente a las variadas alternativas que nos ofrece el mercado

¿Qué hay de cierto en el beneficio de invertir en inmuebles?

¿De qué se trata la compra “de pozo”?

¿Cuáles son las ventajas para el comprador?

Aquí te explicamos cuál es el secreto y cómo debes hacer si te interesa invertir en este tipo de desarrollos.

La tendencia a nivel mundial es cada vez mayor a la hora de invertir en la compra de propiedades, los inversores sin dudarlo apuestan a asegurar su dinero en la posesión de departamentos, casas, terrenos, etc… Sin duda alguna los ladrillos y el cemento, constituyen hoy en día el blanco de todos aquellos que quieren tener asegurado de alguna forma su dinero.  Pero quizás muchas veces escuchaste hablar de la venta de  propiedades desde el “pozo”. Muchos dicen que esta es la mejor alternativa, en vez de comprar una unidad directamente terminada, básicamente porque existe una gran diferencia de rentabilidad al adquirir una unidad “desde el pozo” frente a una vivienda terminada.

La vivienda finalizada tiene la recarga del precio de venta al público, mientras que la vivienda “al costo” o a través de fideicomiso, tiene sólo los costos de obra más la ganancia del desarrollador.

Pero comencemos por el principio…

¿Qué significa la compra de una unidad  desde “el pozo”?

La compra del pozo, significa comprar un departamento antes o en el comienzo de la ejecución del mismo, es decir, lo comienzas a pagar, parcial o totalmente, cuando el edificio comienza a construirse. Existen diferentes modalidades de “Compra desde el pozo”, como por ejemplo, la compra de una propiedad con un precio fijo pautado de antemano entre el desarrollador y el comprador, con descuentos y pagos acordados previamente, aunque esta opción no es demasiado tenida en cuenta, ya que la inflación muchas veces no facilita calcular el valor de una construcción a futuro y termina siendo una pérdida de dinero a largo plazo para el desarrollador.

Otra forma de realizar este tipo de inversión en  inmuebles es a través de la “compra al costo”. Esta es una de las formas más frecuentes de realizar el negocio, ya que el precio se estima desde un principio con el “costo actualizado al día de hoy”. De esta manera, el comprador del departamento abonará un porcentaje correspondiente a la parte de la unidad que quiera habitar.

El beneficio de esta modalidad es que el desarrollador del negocio no se lleva demasiada ganancia, siendo que en otras situaciones el vendedor le aplica un gran margen de ganancia a las unidades que construye y vende. Aquí lo que sucede es que prácticamente no existe la figura del desarrollador, ya que en la construcción al costo, todos los propietarios terminan siendo los desarrolladores, porque que son ellos mismos los que aportan el capital de manera anticipada para llevar a cabo la construcción.

El fideicomiso constituye algo parecido, aunque por otro lado distinto. Cuando se compra a través de un fideicomiso, el dinero invertido automáticamente se guarda en una cuenta a la cual solo tiene acceso el desarrollador, que en este caso adquiere el nombre de “administrador fiduciario”. Este  sistema le brinda mucha protección al comprador,  porque le permite acceder  con total libertad a toda la información acerca del desarrollo inmobiliario.

Los emprendimientos al costo, parecen ser similares al fideicomiso, pero el problema es que los activos en la construcción al costo  son ejecutables y, entonces, si el desarrollador quiebra, los demás inversores también deben responder con el inmueble. Los activos del fideicomiso por el contrario, no son embargables.

Además, otro beneficio de comprar con esta modalidad, es que muchas empresas que desarrollan este tipo de negocios, pagan al comprador de una unidad,  una especie de “alquiler” mensual. Es decir, uno al “comprar” una vivienda que aún está en construcción, además recibe mensualmente una cantidad de dinero equivalente al precio de un alquiler. Es un gran beneficio a la hora de pensar en una inversión ya que asegura no solo el respaldo de contar a futuro con una propiedad habitable, sino que en algunos casos, desde realizada la compra, se empiezan a recibir ingresos mensuales como si se tratara de un “alquiler”.

Es una buena opción sin dudas, para tener en cuenta. Te recomendamos que siempre te interiorices sobre el tema, antes de meterte en un negocio de este tipo, para estar 100 por ciento seguro de que se van a concretar tus expectativas y las del desarrollador.

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