Buenas costumbres para estudiar

Encarar una actividad de estudio, ya sea un curso o hasta una carrera universitaria, implica necesariamente una cuota de esfuerzo y dedicación, además de entusiasmo y motivación. Sin embargo, algunos estudiantes que cuentan con estas herramientas, encuentran muchas dificultades por la ausencia de algunas buenas prácticas para estudiar, necesarias a la hora de lograr el éxito académico.

A la hora de estudiar, la planificación y la organización son fundamentales. El primer paso es planificar las actividades. Es necesario organizar bien los tiempos que se dedicarán al estudio, para llegar a los exámenes bien preparado. Es necesario diseñar un esquema de tareas y tratar de ajustarse a él lo máximo posible.

Otra buena idea a la hora de presentarse a un exámen, es realizar exámenes de práctica. En muchos centros académicos y universidades, los ofrecen. Realizar varias veces una prueba similar a la que se tomará finalmente, es una excelente estrategia para lograr buenas calificaciones. Otra forma de hacerlo es con compañeros de estudio. Se pueden reunir y crear cada uno varias preguntas a modo de examen, para que cada uno responde individualmente. A continuación, intercambien los exámenes, califíquense uno al otro y discutan los fallos.

Respetar un buen descanso es fundamental a la hora de estudiar. Es habitual entre estudiantes dormir poco o mal, ya sea por salidas nocturnas o por pensar que es mejor estudiar durante la noche. Es importante tener un patrón de descanso apropiado, tratando de acostarse y levantarse todos los días a la misma hora, para que el cerebro esté más alerta y receptivo a la hora de incorporar nuevos conocimientos.

De la misma forma, tener malos hábitos de alimentación hace que el cerebro no cuente con los nutrientes necesarios para su óptimo funcionamiento, es necesario comer de manera saludable y variada para que el rendimiento mental sea el mejor posible.

El cerebro suele tendernos ciertas trampas que hace que sea muy fácil distraernos. Así, es habitual distraerse con el teléfono, las redes sociales, la televisión o hasta jugar con la mascota o incluso, ponerse a ordenar la habitación. Son mecanismos de dilación del cerebro contra los cuales debemos luchar, y tratar de mantener la concentración. Dilatar los momentos de estudio por pura distracción, puede ser muy perjudicial.

Al permanecer mucho tiempo sosteniendo la misma postura, es habitual que se produzcan las llamadas lesiones por esfuerzo repetitivo, que aparecen por realizar el mismo tipo de movimiento o por no moverse por períodos prolongados.

Cuando se estudia, es necesario mantener una higiene de la postura, realizar ejercicios para mantener tonificados los músculos de sostén y además, hacer algunos ejercicios de elongación cada períodos de dos horas, que ayuden a que los músculos no se contracturen.

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