Suele ocurrir que cuando existen varias personas conviviendo bajo el mismo techo, afloran determinados conflictos que tornan al hogar un escenario incómodo. De igual manera, mejorar la convivencia al interior de una familia numerosa no es tarea imposible y como todo aquello que requiere de un esfuerzo grupal para conseguirse, termina por beneficiar a todo aquel que se embarca en la mencionada labor. Lee el siguiente texto y entérate cómo hacer para mejorar la convivencia de una familia con varios integrantes.
De qué forma mejorar la convivencia al interior de una familia numerosa
En primer lugar es preciso entender que para desestimar la posibilidad de que afloren tales problemas de convivencia, resulta indispensable que todos los integrantes de la familia estén dispuestos a compartir espacios comunes al tiempo que respetar de aquellos que se definen como privados. La libertad de una persona termina cuando su accionar condiciona la libertad ajena, y esto es una máxima que debe ser tenida en cuenta por todo integrante de una familia numerosa.
La charla al interior de una familia es condición de posibilidad para que la misma pueda convivir de forma armónica. Decir qué se necesita, proponer formas de acción que no condicionen las actividades de los otros, tener predisposición para convivir en armonía atendiendo a las necesidades propias en función de las del conjunto, todo eso debe ser puesto sobre la mesa a la hora de entablar un vínculo con los demás integrantes.
De la misma manera, hay situaciones de cambio constante que hacen a la vida misma de una familia y por cierto, suelen condicionar la tranquilidad del hogar. ¿Qué hacer frente a ese escenario? Lo mismo que se dijera recién, en ese caso es preciso dialogar y establecer acuerdos claros que potencien el lazo familiar y por consiguiente, la calidad de la convivencia.
Responsabilidad y disfrute
O disfrute y responsabilidad, como prefiera el/la lector/a. Lo cierto es que tanto aquellas cuestiones que hacen al goce familiar como las que tienen que ver con el rol que cada uno asume en función del movimiento natural de la casa, guardan importancia singular en función de la convivencia misma.
Es interesante que el diálogo lleve a todos los integrantes de una familia numerosa a asumir responsabilidades respecto de las labores cotidianas. Quién cocina, quien se encarga de las cuestiones relativas al aseo, quién estará dispuesto a realizar compras, etc. Todo debe estar planificado y nadie deberá dejar de cumplir aquel rol que le corresponde.
De la misma manera, es preciso que al interior de una familia se planifiquen paseos de forma periódica o se rescate la importancia de compartir momentos de disfrute en compañía de los demás integrantes. Ambas dimensiones (responsabilidad y disfrute) son importantes a la hora de potenciar la calidad de la convivencia al interior de una familia numerosa.
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