Cómo vestirse para ir a la universidad

El comienzo de la vida universitaria es un momento trascendente en la vida de las personas, pero para muchas además es el momento de abandonar el uniforme escolar para comenzar a elegir sus propios looks, lo cual es bueno por una parte – pues se puede vestir a gusto y acorde a la personalidad – y por el otro, es una preocupación más.

El primer punto a considerar es que al ir a estudiar, se pueden pasar muchas horas fuera de casa, y es por ello que la premisa debe ser siempre la comodidad, no vale la pena estar todo el día incómoda por llevar un atuendo que bien puede reservarse para otra ocasión. Así, la ropa y el calzado deben ser confortables.

Analizando por partes los conjuntos para la universidad, comenzaremos por la parte de arriba. Se deben evitar los tops demasiado escotados o muy ajustados. En cambio, son válidos aquellos que pueden tener tejidos elastizados pero no marcan demasiado, sino que son cómodos y desde luego, el estilo XL se ajusta perfectamente: grandes camisetas ajustadas con un cinturón, blusas y camisas amplias, son las prendas más cómodas, si se las sabe combinar.

Por ejemplo, como dijimos, agregando un cinturón, superponiendo una camisa amplia de estilo masculino sobre un top más al cuerpo, o agregando un blazer de corte recto sobre una camiseta amplia. Las mezclas de estilo suelen quedar muy bien, como una camiseta de estampado rockero bajo un blazer formal, o una blusa con puntillas de encaje con una campera de cuero con tachas.

Para las épocas de frío, son ideales los sweaters maxi por su comodidad, también intercalando estilos. Los abrigos deben ser livianos pero efectivos. Cabe recordar que si se pasa muchas horas en la universidad, nadie quiere estar acarreando un abrigo pesado a todas partes, en especial porque es habitual cambiar de aulas a lo largo de la jornada.

La premisa debe ser siempre la comodidad, sin llegar a lo inapropiado.
La premisa debe ser siempre la comodidad, sin llegar a lo inapropiado.

La parte de abajo del conjunto debe cómoda también. Los jeans suelen ser la primera opción, pero atención: si se permanece muchas horas sentadas, suelen no ser tan cómodos porque ajustan. Entonces, la opción son los modelos boyfriend, bien amplios o las jeggins – una prenda intermedia entre el jean y las leggins. Son válidos los pantalones rectos en telas de sastrería, las infaltables leggins, y los ahora vigentes pantalones pijama. Y aquellos realizados en telas con spandex, que no incomoden al estar sentadas varias horas.

Todo lo que resulte cómodo, es ideal. Se puede llevar falda, pero se deben evitar los modelos demasiado cortos o ajustados. Los shorts están de moda, y pueden incluirse, pero en un modelo de corte recto y que no ajuste demasiado, porque además de incómodos no resultan muy apropiados para el contexto de la universidad.

Los vestidos son siempre bienvenidos, pues resuelven el look muy fácilmente. Para las épocas cálidas, pueden ser de tejidos livianos y para el invierno, de telas como el tweed, y se pueden llevar sobre leggins térmicas.

Finalmente, el calzado. Los tacos muy altos, claramente, están descartados. Sí se puede optar por sandalias o botas con plataforma, en especial si son livianas y cómodas. Las botas de taco bajo o mejor aún, con suela de goma resultan comodísimas. Y para las temporadas cálidas, sandalias chatas, ballerinas, mocasines de estilo masculino, son válidos. En general, las sandalias demasiado abiertas, tipo ojotas, son demasiado informales para ir a la universidad.

No está de más pensar algunos conjuntos que sean adaptables del día a la noche, es decir que agregando algún accesorio como un collar o un pañuelo, permitan salir a cenar o a tomar algo con los compañeros.

Con estas pautas, no te resultará difícil organizar tu guardarropas de la universidad, respetando tu gusto y personalidad, y siempre sintiéndote cómoda durante toda la jornada de estudio.

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