Cómo se realiza la resucitación: RCP

Aprender cómo realizar la reanimación cardiopulmonar (RCP) salva vidas. Si bien no se dispone de estadísticas sobre los números exactos de las vidas que se salvan, muchas personas mueren cada año de enfermedades coronarias sin ser hospitalizados. La idea de que el público general aprenda a realizar RCP no busca “crear especialistas”, sino que una persona cualquiera pueda asistir a otra persona en emergencia mientras se espera la llegada del equipo médico de emergencias local, y esos segundos cruciales pueden, verdaderamente, salvar la vida.

El RCP convencional consiste en compresiones torácicas y la respiración boca a boca. Muchas asociaciones médicas apollan a fuego la respiración boca a boca, mientras que existe hoy día investigaciones recientes que demuestra que puede ser innecesaria y potencialmente perjudicial en casos de paro cardíaco. Con el fin de presentar la información completa, los centros de atención médica como La Cruz Roja están incluyendo instrucciones sobre cómo proporcionar respiraciones de rescate en esta línea para los que decidan emplearlos.

Los desfibriladores externos automáticos (DEA) están cada vez más disponibles en muchos lugares, como centros comerciales y aeropuertos. Son dispositivos pequeños y ligeros utilizados para evaluar el ritmo cardíaco de una persona. Un DEA puede detectar la necesidad y administrar una descarga eléctrica para restablecer el ritmo normal del corazón en las personas con un paro cardíaco repentino; requiriendo conocimientos mínimos, sobre cómo operar la sensilla maquinaria.

 

Cuándo se emplea: Signos

La RCP se administra normalmente en casos de paro cardíaco. Los signos de un paro cardíaco incluyen la ausencia de latidos del corazón, el flujo de sangre y el pulso. Cuando se detiene la sangre que fluye al cerebro, la persona pierde el conocimiento y se detiene la respiración regular.

Es por eso que los datos básicos del RCP son la vía respiratoria, respiración y circulación, tres puntos que se usan para ayudarte a recordar los pasos a seguir cuando se realiza la RCP.

 

Vía Respiratoria

Si una persona se ha desmayado, debes determinar si la persona está inconsciente. Tóca suavemente la víctima y pregúntale en voz alta: “¿Estás bien?” Si no hay respuesta, pedir ayuda. Llame al 911 o al número local de emergencias.

Si la persona no está de espaldas, debes darle la vuelta, moviendo todo el cuerpo a la vez para que quede acostado plano.

Abre las vías respiratorias de la persona. Levanta la barbilla suavemente con una mano mientras empujas hacia abajo la frente con la otra y mueves la cabeza para inclinarla hacia atrás (pero no trates de abrir la vía respiratoria utilizando tracción de la mandíbula para víctimas lesionadas).

Asegúrate de emplear esta “elevación de la cabeza por el mentón” para todas las víctimas, incluso si la persona se lesiona, ya que así quedará la vía abierta para que pueda entrar y salir aire sin mucho esfuerzo.

RCP Pasos
RCP Pasos

Respiración de Rescate

Aprieta la nariz de la persona cerrándola con el dedo pulgar y el índice. Mantén el talón de tu mano en la frente de la persona para mantener la inclinación de la cabeza. La otra mano debe permanecer bajo la barbilla de la persona, levantando.

Inhala normalmente (no profundamente) antes de dar una respiración de rescate a una víctima.

Inmediatamente, dá dos respiraciones completas mientras mantienes cerrado hermeticamente al aire con tu boca sobre la boca de la persona. Cada respiración debe ser un segundo de duración y debe hacer que el pecho de la víctima se eleve ligeramente. (Si el pecho no se eleva después de la entrega de la primera respiración, realizar la maniobra frente-mentón una segunda vez antes de administrar la segunda respiración.) Evita dar demasiadas respiraciones o demasiadas grandes o contundentes.

 

Circulación (compresiones torácicas)

Después de dar dos respiraciones completas, inmediatamente inicie las compresiones torácicas (y ciclos de compresiones y respiraciones de rescate). No tomes el tiempo para localizar el pulso de la persona para determinar si hay signos de circulación de la sangre.

Arrodíllate al lado de la persona, cerca de su pecho.

Con los dedos medio e índice de la mano más cercana a las piernas, localice la muesca donde los bordes inferiores de la caja torácica se encuentran, en el centro del pecho.

Coloque el talón de la mano en el esternón, al lado de la muesca, que se encuentra en el centro del pecho, entre los pezones. Coloque su otra mano encima de la que se encuentra en su posición. Asegúrese de mantener los dedos arriba de la pared torácica. Puede que te resulte más fácil hacer esto si entrelazas los dedos.

Lleva tus hombros directamente sobre el esternón de la persona. Presiona hacia abajo, manteniendo los brazos rectos. Empuja fuerte y rápido. Para un adulto, deprima el esternón alrededor de un tercio a una mitad de la profundidad del pecho. Luego debes relajar la presión sobre el esternón por completo. No retires tus manos del esternón de la persona, pero no permitas que el pecho vuelva a su posición normal entre las compresiones. La relajación y la compresión debe ser de igual duración. Evita las interrupciones de las compresiones torácicas (para evitar bloquear el flujo sanguíneo).

Utiliza 30 compresiones de pecho por cada dos respiraciones para todas las víctimas (con exclusión de los recién nacidos). Deberías comprimir a una velocidad de alrededor de 100 veces por minuto.

Continúa el RCP hasta que el soporte vital avanzado esté disponible o la asistencia haya arribado.

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