Una verdadera delicia es ver a Charles Chaplin sin la caracterización típica del vago en El Señor Verdoux, aunque en su interpretación se dejan entrever los guiños del clown que vivían en él.
El Señor Verdoux o Barba Azul es un filme del año 1947 que dirigió el mismo Chaplin y que protagonizó. La historia que relata se basó en la de un asesino de origen francés que fue procesado por estafa, y condenado a la pena capital por asesinar a un gran número de mujeres. Su nombre era Henry Landrú y pereció en la guillotina en el año 1922.
Landrú al igual que las recientes viudas por causa de la guerra, se valió de los anuncios en los diarios solicitando matrimonio, de esta manera contactaba a sus potenciales víctimas.
El estafador alquilaba una villa en las afueras de la ciudad, donde una vez habiéndose apropiado de los bienes de la mujer en cuestión, del horno del lugar salía humo por largas horas…
El personaje que Chaplin interpreta viaja constantemente de una ciudad a otra en tren, y a cada destino que llega lo recibe una esposa. Y no sólo eso sino que a cada lugar llega metamorfoseado con una nueva profesión y un nombre distinto.
Lo que lleva al Sr. Verdoux a casarse un sinnúmero de veces, es el haberse quedado sin empleo debido a la crisis financiera y la incapacidad de conseguir un nuevo empleo a su edad.
En busca de soluciones decide emprender un viaje que no tendrá retorno, el de la estafa, así comienza su peregrinar como cazafortunas.
Verdoux localiza mujeres ricas, las seduce a través de distintos métodos hasta lograr que den el sí para el matrimonio. Luego de un tiempo, actúa estratégicamente para conseguir la fortuna de cada una de ellas.
No sólo hasta después de varios minutos, el relato nos sorprende presentándonos a la familia del estafador, motivo de su proceder. El protagonista actúa la mayor parte del tiempo de una manera fría y apática, aunque por momentos, nos deja ver su lado humano.
No se trata de una película inocente en cuanto a contenido, ya que está plagada de críticas al sistema político, expone la problemática del desempleo y nos invita a reflexionar sobre la pena de muerte, temas propios de la década del veinte en que se sitúa el filme, aunque universales.
En el discurso del juicio, el personaje hace una dura crítica hacia los países que entran en guerra y el accionar de sus ejércitos, como así también a los juicios de la sociedad citando una frase de Beilby Porteus : ”Un asesinato te convierte en villano, millones en héroe”. Porteus (1731-1809), fue un anglicano reformador que luchó fuertemente contra la trata de esclavos.
Controversial tanto en su vida como en sus filmes, Charles Chaplin nos dejó en Blue Beard, una vez más, una muestra de su inteligencia, talento actoral y capacidad crítica.
Los invito a deleitarse con una interpretación auténtica y sin sombras de uno de los más grandes del cine, acompañado de un gran elenco.
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