La dermatitis o eczema es una inflamación de la piel que se caracteriza por costras que pican y son eritematosas. El término eczema también se usa comúnmente para describir la dermatitis atópica o eccema atópico, como así tambiérn se aplica ampliamente a una variedad de condiciones persistentes de la piel, como son la sequedad y las erupciones cutáneas recurrentes (enrrojecimiento, picazón, sequedad, formación de costras, etc.). Ésto era lo que tenía la pequeá Maya.
La Historia de Maya
Maya sufrió con una forma severa de eczema desde que era un bebé. Cuando cumplió un año, su piel comenzó a ser escamosa y de color rojo en todo el cuerpo, lo que llevó a su madre a recurrir al tratamiento convencionalmente recomendado por los médicos para el eczema: las cremas con esteroides o corticoides, como las basadas en hidrocortisona.
Es una práctica común recomendar éstas cermas, acompañadas de consejos como eliminar la leche de vaca de la dieta y sustituirla por leche de cabra. Si, se producen cambios; pero cualquier persona que haya sufrido de esta condición sabe bien que no sólo las mejoras son fugaces y pasajeras, sino que las mismas cremas, además de ser costosas (como la Microsona), tienen mal olor y no pueden ser aplicadas sin después lavar bien el rostro antes de salir de la casa. Lo cual genera innumerables problemas: la condición no mejora y los sacrificios no son recompensados.
No pasó mucho tiempo antes de que Maya comenzó a experimentar resfriados constantes, un efecto secundario que la madre ensó se debía a la crema con esteroides. Las cremas con esteroides tienen una capacidad de penetración en la piel notable que puede inundar el torrente sanguíneo y matar a las células que proporcionan inmunidad contra los patógenos. Todo lo cual preocupaba a su madre, siendo que la misma crema estaba encubriendo el problema en lugar de resolverlo.
Ya para sus 4 años, el eczema de Maya volvió, y fuerte. Su madre ya había decidido no utilizar la crema con esteroides, y recurrió a un enfoque naturista. Ella limpió la dieta de Maya cortando la leche, gluten y azúcares refinados, todos juntos y de una vez. Una táctica que resultó beneficiosa mientras observaba que el eczema de su hija desaparecía.
Descubrimiento de «la dieta de vegetales crudos»
Cuando Maya cumplió los 7 años, su eczema estalló de nuevo y peor que nunca. Sin embargo, esta vez se descubrió que Maya tenía candida y parásitos. En su desesperación, la madre de Maya se concentró en su dieta una vez más, esta vez cortando carne, huevos y más azúcar. Pero sus esfuerzos fueron en vano, ya que los síntomas parecían empeorar.
Después de meses de jugar con la dieta de Maya, su madre pudo ver que ella estaba enferma de todos sus esfuerzos para librar Maya de su candida. Estaba perdiendo peso rápidamente, lo que su madre atribuyó a la incapacidad de los intestinos de Maya para absorber nutrientes. Fue en este punto que ella estaba considerando poner a Maya denuevo con los medicamentos, bajo el temor de perder a su hija.
Habían intentado todo lo pensado y la condición de Maya no mejoraba. Justo antes de que ella decidiera poner Maya en tratamiento médico, se encontró con una comunidad vegana en Instagram que publicó acerca de cómo un alto contenido de carbohidratos podría ayudarla, mediante una dieta vegana cruda que estaba mostrando el éxito en el tratamiento de la cándida.
Aunque esto sonaba algo “loco”, a la madre de Maya, que no tenía otra opción en ese momento probó una dieta de plátanos por 10 días y se dio cuenta de que se sentía fantástico durante ese período. Inmediatamente, toda la familia comenzó una dieta que consistía principalmente de frutas, grasas saludables, hojas y otros alimentos saludables como aguacates, nueces y semillas.
Durante los últimos seis meses, la piel de Maya se había limpiado por completo desde que comenzó su “dieta vegana cruda”, con sólo unos pocos puntos secos pequeños que quedaban en su piel. Maya finalmente era feliz, y su familia también estaba sintiendo los beneficios.
Hoy Maya y su familia están felices y saludables, viajando por el mundo y documentando sus experiencias en su canal de YouTube. La carne no es mala, pero ante testimonios tan fuertes como el de Maya y su familia, es dificil no pensar en introducir más y más verduras crudas en nuestra dieta.
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