El mundo de la publicidad es sumamente cambiante. Los consumidores, por cierto, responden a determinados estímulos en forma diferente y esa respuesta guarda relación con épocas determinadas, momentos de su vida o espacios geográficos disímiles. El marketing actual, orientado fundamentalmente hacia las nuevas redes, reconoce un enorme desafío: brindar soluciones en un mismo tiempo y en un mismo espacio logrando un alcance planetario.
Transformaciones en el mundo del marketing
En ese mundo de transformaciones, los anunciantes deben tener la capacidad de reinventarse a cada momento, generando estrategias novedosas que sobrevivan a la vorágine. Por cierto, esto configura un nuevo escenario en el que los responsables de marketing van ganando terreno al interior de las empresas, creciendo en términos de responsabilidad y desafíos. Pero…¿cuáles son en esencia esas transformaciones de las que hablamos?
Una de las dimensiones más importantes que se deben analizar es aquella que tiene que ver con el contenido de una campaña de marketing. En ese marco, es preciso reconocer que el contenido que circula por la web es de suma importancia para lograr el éxito. Para llegar a los consumidores, hay que apostar a la calidad del contenido, ésa es la más importante de las recetas.
En la misma línea, hay que reconocer una necesidad de los consumidores por percibir cierto humanismo al interior de las marcas. Las empresas deben asumir hoy en día el gran desafío de tornarse más humanas, imperfectas si se quiere. Una marca será exitosa si los consumidores analizan en ella una dimensión más humana, si pueden ver y comprobar que las mismas no son infalibles.
Desde luego que estas transformaciones también repercuten en la esencia misma de lo que es la publicidad. Convengamos que el nuevo tiempo ejerce una suerte de tracción que ha llevado al marketing a no ser sólo marketing y necesitar aportar otras cuestiones a la sociedad para alcanzar los objetivos de venta propuestos. La publicidad hoy en día debe ser capaz de generar emociones positivas, no sólo pulsión por comprar determinado producto o reconocer los beneficios de un servicio puntual.
Pues bien, el marketing entonces no está enmarcado solamente en una estrategia de venta convencional. Hacer marketing de forma óptima implica intervenir el mundo de las redes sociales con una estrategia clara de posicionamiento, logrando que un producto o servicio aumente sus posibilidades de insertarse en el mercado y que lo haga alcanzando un acercamiento más humano para con el público. Marketing es entonces relacionarse de manera productiva y creativa para con una comunidad determinada.
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