¿Qué errores cometen quienes se separan o divorcian?

Al separarse, una pareja puede respetar el vínculo que le dio origen, o enredarse en una maratón de venganzas, resentimientos, rumores, defenestrando no solo a la persona con la que se compartió una etapa de la vida, sino al vínculo en sí mismo, lo que, al fin de cuentas, no habla bien de nadie.

1-  Revelar intimidades personales del “ex”, frente a amigos en común, familia, hijos. Este es un error muy común que realmente deja mal al hablador, más que al otro. No existe ganancia alguna en este acto, puede herir irreversiblemente un vínculo post separación y esto es muy serio cuando se deben compartir hijos y concluir un divorcio.

2- Transformar el entorno social en una puja entre bandos, donde se le da a elegir entre uno de los dos, esto es completamente innecesario, ya que las relaciones de amistad no tienen que ver con la continuidad de la pareja. Incluso hay amistades que se forman entre los amigos personales de cada uno, nadie tiene derecho a destruir afectos en una onda expansiva, sin motivo alguno.

3- Tomar a los hijos como rehenes, muy común, para extorsionar al “ex” y lograr mejores beneficios en cuota alimentaria, o simplemente, utilizando el vínculo con los hijos como  punto de presión. La relación padre e hijo no es común, sino individual. No es saludable, sobre todo para el niño, involucrarse u obstaculizar su relación personal con el otro progenitor.

4- Apurarse a rehacer su vida amorosa. Así se cometen grandes errores, por un lado, porque se debe cerrar un libro para abrir el siguiente, es necesario haber realizado un buen análisis de los errores cometidos y una sanación del daño emocional que, posiblemente, haya producido el fracaso de una relación. Por otra parte, si hay hijos, es bueno abrir un poco el espectro del entorno y comprender que ellos también necesitan tiempo para asimilar lo ocurrido, que también están sufriendo la separación. Es imposible que los hijos acepten a una nueva pareja de alguno de sus padres, si aun no han podido comprender los hechos.

5- Tener encuentros íntimos con la expareja: esto puede llevar a una gran ambigüedad, y si uno de los dos no ha perdido las esperanzas de recuperar la relación, a corto plazo generará más sufrimiento y conflictos. La única relación posible con una expareja es una amistad, basada en el afecto mutuo y el respeto por el tiempo compartido.

6- Presentar cada relación no establecida, o pasajera, a la familia e hijos. Esto genera una inestabilidad innecesaria y un adormecimiento en los vínculos entre los hijos y posibles nuevas parejas, lo que lleva a un caos general que ciertamente, no constituye un buen ejemplo para los jóvenes y niños.

7- Aturdirse en una vida de fiestas y relaciones casuales. Después de haber llevado adelante una relación, tal vez, de años, se da una sensación de desquite, se conoce mucha gente nueva, hombres y mujeres se entregan a relaciones puramente sexuales. Parece muy divertido, pero en la soledad, los divorciados siente el gran vacío de no tener una compañía para los momentos cotidianos.

8- Ir al otro extremo y dedicarse a llorar, engordar, encerrarse y enloquecer a todos los allegados con los quejumbrosos recuerdos de la relación perdida. Encerrarse no es una opción saludable, tal vez sea inevitable los primeros días o semanas, pero luego, se vuelve enfermizo, porque el pasado se transforma en una obsesión, y se pierde el disfrute del presente posible.

9- Utilizar a una nueva relación para dar celos a la anterior. Es irrespetuoso para con la persona que está llegando y ofensivo para la que se ha retirado. Además de ser una obviedad, que nadie deja de ver.

Es importante resolver interiormente el término de una relación, evitar el rencor y la baja autoestima, hay que comprender que nadie es culpable de amar ni de dejar de amar. Preservar en lo posible los aspectos positivos y dejar atrás los negativos. Un gran ejemplo para los hijos, que un día también formarán parejas

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