¿ Sabías que estas películas eran un remake ?

¿ Sabías que estas películas eran un remake ? Espectáculos.

La increíble vida de Walter Mitty:

La comedia de aventuras escrita y dirigida por Ben Stiller, cuyo título original es “The Secret Life of Walter Mitty” (La vida secreta de Walter Mitty) y está basada en el famoso cuento homónimo de James Thurber, ya había tenido una temprana versión protagonizada por el comediante Danny Kaye en 1947. Tanto ésta como la de Stiller utilizan solo el marco inicial de la historia de Thurber, para, a partir de ahí, dar rienda suelta a las aventuras reales del apocado Walter Mitty, algo que no sucedía en el cuento (ya que todo quedaba en las fantasías mentales del protagonista). Mientras que el original ubicaba al personaje de Kaye en el medio de una guerra entre espías y se enfrentaba a una conspiración nazi, la encarnación de Stiller, en cambio, se lanza a viajar por diferentes partes del mundo para poder hallar a un fotógrafo (interpretado por Sean Penn) que es el único conocedor del paradero de la fotografía que será la última portada –en papel- de la revista Life.

Temple de acero:

La remake de “True Grit”, de los hermanos Coen es uno de los (generalmente pocos) casos que resultan ser mejores que el original. El western de 1969, dirigido por Henry Hathaway, era una película normalita y no se destacaba mucho de otras del género, recordada más que nada por ser uno de los últimos protagónicos de John Wayne, quien obtuvo el Óscar a Mejor Actor por su papel, aparentemente porque a los miembros de la Academia ya les remordía -y con razón- la conciencia, por no habérselo dado nunca antes durante su extensa carrera. En el 2010 los Coen realizan una cinta atrapante sobre el tema de la venganza, con mucho desenfado y situaciones que oscilan entre un tono jocoso por momentos y solemne en otros. Además de Hailee Steinfeld en el papel de la decidida y precozmente adulta Mattie Ross, se destacan en partes iguales Jeff Bridges, Matt Damon y Josh Brolin. Si bien ambos films están basados en la novela homónima de Charles Portis, el trabajo de los Coen posee un peso y un carácter con valor propio, el cual supera con creces a la cinta de Hathaway.

La Casa del Lago:

“The Lake House” (2006), el film romántico dirigido por el argentino Alejandro Agresti y protagonizado por Keanu Reeves, Sandra Bullock y Christopher Plummer, es una remake de “Il Mare”, película coreana del 2000 dirigida por Lee Hyun-seung. El título de esta significa «El Mar» en italiano, y es el nombre de la casa junto al mar donde transcurre el argumento. Sin ser ninguna maravilla, “Il Mare” desplega ciertos artificios de ficción que son originales y muy bien planteados. Este film fantástico coreano (conocido también como “Siwouare”) narra una historia de segundas oportunidades; curiosamente, la trama puede considerarse similar a la de la novela “Persuasión”, de Jane Austen, libro que el personaje de Sandra Bullock considera su preferido en “La casa de lago”. El personaje de Bullock es una médica que comparte una casa con un arquitecto llamado Alex (Reeves), cada uno en años distintos. Los dos se cartean a través de un buzón/agujero temporal y paulatinamente se enamoran, pero con el inconveniente de que ella vive en 2006 y él en 2004. Con sus diferencias, en general mínimas, ambos films generan agrado e interés.

Los Infiltrados:

“The Departed” (2006), la película ya clásica de Martin Scorsese, ganadora del Óscar a Mejor Película y Mejor Director, fue escrita por el reconocida guionista William Monahan, quien se tomó el trabajo de hacer una reversión de no una, sino tres films: la saga de Infernal Affairs, tres films de suspenso/policial de Hong Kong lanzados entre 2002 y 2003, todos dirigidos por Andrew Lau y Alan Mak, los cuales tuvieron un enorme éxito de crítica y taquilla en su país y en todo Asia. “The Departed” condensa los argumentos de cada entrega en una sola historia, tomando elementos de cada uno (por ejemplo, en la precuela “Infernal Affairs II” se aborda la juventud e inicios de los protagonistas en el mundo de las tríadas chinas y la policía hongkonesa, lo cual se ubica al principio del relato en “The Departed”) y replicando el elenco cargado de estrellas del cine asiático (Andy Lau, Tony Leung, Anthony Wong, Eric Tsang y Kelly Chen) por el equivalente hollywoodense (Leonardo DiCaprio, Matt Damon, Jack Nicholson, Vera Farmiga, Mark Wahlberg, Martin Sheen, Ray Winstone y Alec Baldwin). A pesar de lo descripto, siguen siendo films con varias diferencias y distintos enfoques, así que, si de comparar se trata, lo mejor es ver las cuatro.

Shadowlands

La película británica de 1993 dirigida por Richard Attenborough y protagonizada por Anthony Hopkins y Debra Winger está basada en la historia real del escritor, profesor acádemico y teólogo cristiano C.S. Lewis, famoso por sus libros de “Las crónicas de Narnia”. La vida de Lewis ya había sido realizada como un film para televisión homónimo en 1985, protagonizado por Joss Ackland. Ambas versiones se enfocan en la relación de C.S. Lewis con la poetisa estadounidense Joy Davidman, y como la trágica muerte de la última por un cáncer deja al escritor lleno de dolor, confusión y enormes dudas sobre su fe y el camino que ha tomado en la vida. La película es obviamente la más conocida de las dos adaptaciones, y fue nominada al Oscar a Mejor Guion para William Nicholson (quien también escribió el telefilm y es autor del guion de “Gladiador” de Ridley Scott, entre otros) y Mejor Actriz de Reparto para Debra Winger. Ambas cintas biográficas son igualmente emocionantes y conmovedoras, de impecable factura y exitosas en su propio formato, y por lo tanto altamente recomendables.