Dicen que todo tiempo pasado fue mejor, y parece que la moda retro contrastar esta realidad. ¿Por qué las personas se sienten atraídas por las fotografías retro? ¿Qué hay detrás de los retoques vintage que le ponemos a nuestras imágenes?
Desde que Internet se “apoderó” de nuestra mente y cambió el estilo de vida de millones de personas, la forma en que vemos las cosas tiende a ser más prácticas y efímeras.
El caso de Nicholas Carr
Esto es básicamente lo que Nicholas Carr, un reconocido escritor estadounidense y especialista de tecnología, nos recuerda en su libro “Superficiales ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes?”.
Carr escarba entre las últimas investigaciones científicas y psicológicas para proponer una relación entre la neuroplasticidad y el tiempo que dedicamos para navegar en la red. El autor explica que las redes sociales y páginas web han limitado la creatividad del ser humano, desarrollando muchas tareas pequeñas al mismo tiempo y empobreciendo nuestra capacidad de profundidad.
¿La solución? A diferencia de otros autores, Carr reconoce ser una víctima más de la red, y para eludir a esta tentación tuvo que apartarse por varias semanas y desconectarse de los dispositivos móviles y el ancho de banda.
Carr confiesa que tuvo que recurrir al método tradicional, acudiendo a la biblioteca y consultando a los libros para formular su trabajo. En otras palabras, hubo un retorno hacia las técnicas de aprendizaje de la vieja escuela.
El ejemplo de este escritor me parece una buena premisa para plantear el tema de los filtros fotográficos, una moda que cosecha cientos de millones de seguidores.
Instagram y sus fotos retro
Hace un par de años que se instauró la moda viral por los filtros fotográficos de Instagram con un estilo retro y vintage. Hoy, la aplicación de Facebook acaba de superar los 300 millones de usuarios activos.
Esta ‘retromoda’ se caracteriza por apelar a la estética de los efectos retro creando una sensación de nostalgia y reflexión. Con Instagram hemos sido testigos del predominio de los colores uniformes y opacos, un planteamiento estratégico que apuesta por este tipo de fotografías.
Una foto retro nos invita a contemplar lo que sucede en esa imagen. El pasado se sitúa nuevamente como un evento atractivo que añoramos con extraña importancia. ¿Pero por qué añoramos tanto esa sensación?
¿No será que en el fondo añoramos aquellas épocas remotas donde las cosas se veían con mayor profundidad? ¿La vida es tan monótona y repetitiva que debemos recurrir al pasado? ¿La única manera de hacer especial momento es retocándola con un efecto retro?
El problema de la ‘retromoda’ es que corremos el riesgo de vivir bajo la apariencia y el autoengaño, recurriendo a las mascarillas de Instagram para adornar la realidad.
Si lo que digo es cierto, entonces tenemos que empezar a desconectarnos de la vida social desde el móvil o el ordenador, y crear situaciones reales de convivencia que no necesiten de ningún retoque extra.
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