Actualmente las marcas buscan diferenciarse unas de otras, debido a la gran competencia que existe entre ellas. Por ello apelan a distintas estrategias y técnicas. En este sentido, últimamente los mensajes que emplean tienden a acercarse cada vez más a la gente, siendo más personalizados y apelando en gran medida a las emociones.
Esto se da justo cuando el mayor conocimiento de las emociones, producto en gran parte del auge de las neurociencias, se aplica a ámbitos como el marketing, el liderazgo o la economía social. Según estos estudios los consumidores desean ser seducidos por las marcas a través de los sentimientos.
Por lo tanto las empresas en la actualidad tienen que establecer relaciones muy próximas y tienen que saber apelar a las emociones. Necesitan establecer relaciones emocionales con sus potenciales clientes. Las emociones son un terreno muy subjetivo y es complicado saber si lo que se está haciendo funciona o no.
Es difícil medir algo tan variable y poco tangible como las emociones. Miedo, culpa, orgullo, codicia, amor hasta ahora se podían intuir, sobretodo lo podían hacer aquellas personas con un alto grado de empatía capaces de leer lo que los demás están sintiendo.
Sin embargo, esto no era suficiente para poder implementar una estrategia de marca asociada a los mensajes que se lanzan. Por este motivo, las marcas han empezado a utilizar medios científicos para medir las emociones, por ejemplo reconocimiento facial y otras soluciones tecnológicas.
Marketing de emociones: emotion tracking
El reconocimiento facial, que ya se está empezando a emplear en las estrategias de marketing de las grandes marcas, consiste en estudiar cómo reaccionan los receptores ante los mensajes viendo los movimientos de su rostro. Además las empresas empiezan a emplear estas tecnologías combinadas con otras que miden las respuestas del cuerpo de los consumidores para medir las emociones que despiertan, incluso hasta las pulsaciones del corazón para entender qué está generando el mensaje en el consumidor.
Estos datos como por ejemplo, si el consumidor sonríe, levanta las cejas, ciñe la entrecejas, etc se pueden correlacionar con otras variables como cuestiones demográficas, para obtener así un perfil mucho más completo y complejo del consumidor.
Desde la tecnología se brindan estas soluciones, pero de todas formas existen otras soluciones que relacionan el marketing y la comercialización con las emociones. Por ejemplo, hay una serie de estrategias que se pueden implementar :
- Compartir o inventar una historia sobre cómo su producto o servicio puede ayudar o salvar el día para un cliente (Stortelling)
- Usar un suceso actual para avivar el miedo (es decir, ataques de denegación de MasterCard: “Si esto le puede suceder a los grandes, que le puede pasar a usted …”)
- Hacer que su servicio parezca esencial y para que sus clientes potenciales tengan una reacción libre de culpa al decir “sí”
- Mostrar un poco de emoción por sí mismo hablando con el corazón y dejar que su pasión y entusiasmo vengan a través de su comercialización, las llamadas de prospectos, servicio al cliente, etc
- Hacer un vídeo dramático que comparta una historia que sea conmovedora, reveladora o para inducir el miedo.
- Ser fuente de inspiración y hablar con sus clientes potenciales de uno-a-uno, caminando a través del proceso de trabajo y delineando todo lo que tienen que ganar el cliente.
- Crear un personaje que refleje sus perspectivas y utilizarlo / él / ella como su mascota negocio, proporcionando un toque familiar, respondiendo preguntas, y solidificando su marca
- Dar una palabra de advertencia
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