¿Los estudiantes de esta generación leen por placer?

Leer se ha convertido en una obligación. El Informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA) ha revelado que cada vez hay menos estudiantes que leen por placer. ¿Qué está pasando con los estudiantes de esta generación?

Parece que leer se ha convertido en cualquier cosa menos en una actividad placentera. Así quedó demostrado en el reciente informe de OCDE, la organización responsable de la evaluación PISA que analiza el rendimiento de los estudiantes de todas partes del mundo.

Latinoamérica ocupa el 20% de los peores resultados en la última evaluación PISA, un resultado negativo que reafirma la decadente situación por la que afronta nuestra región a nivel educativo.

Pero la situación se complica aún más cuando se hizo la siguiente pregunta ¿Los estudiantes leen por placer?

De los 61 participantes que participaron en el examen del año 2013, resulta que solo dos terceras partes de los estudiantes admitieron leer diariamente por placer.

Esto representa una reducción considerable respecto al informe de 2009 de hasta un 20%.  También se descubrió que las chicas y los estudiantes aventajados socioeconómicamente leen más por placer que los chicos y los estudiantes desaventajados-.

 

¿Por qué seguir leyendo?

Si la lectura no produce ningún placer ¿Por qué seguir leyendo? La gran mayoría lo hace por obligación, para aprobar la materia y salir del paso. ¿Qué clase de placer se puede encontrar si lo único que se pretende es zafar?

Hace cinco años, alrededor del 37% de estudiantes de los países de la OCDE admitían que no leían por placer. Ahora resulta que este porcentaje se ha acrecentado hasta el 66%, lo que revela el grave panorama que afrontan los sistemas educativos de hoy.

El grupo más vulnerable pertenece a los alumnos de 15 años, quienes se muestran menos entusiastas respecto a la lectura de los estudiantes del año 2009.

Por qué seguir leyendo
Por qué seguir leyendo

En consecuencia, el placer de la lectura ha tendido a deteriorarse, especialmente entre los chicos. En los países de la OCDE, el promedio de estudiantes que dijeron leer diariamente por placer descendió en cinco puntos porcentuales durante el período.

Pese a ello, todavía hay 10 países cuyos indicadores de lectura han seguido siendo los mismos a lo largo del período: Canadá, Grecia, Japón, Bulgaria y Tailandia.

En Finlandia, México, Portugal y el país asociado Letonia, el porcentaje de alumnos que leen por placer disminuyó en más de 10 puntos porcentuales  desde 2009.

 

En conclusión:

A puertas de 2015, hay menos alumnos que leen por placer.  El reto para las familias y educadores consiste en inculcar el placer por la lectura al proporcionar materiales de lectura que los alumnos encuentren interesantes y relevantes.

Todos podemos contribuir a que la lectura represente una experiencia placentera para enriquecer la mente con nuevos conocimientos.

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