La ciencia y un enorme desafío de cara al futuro. El cuidado del medio ambiente y la democratización de las decisiones.

Hoy la ciencia se enfrenta a nuevos problemas de escala planetaria entre los cuales el cambio climático ocupa un  lugar de relevancia.

En ese marco, sabemos cuánto repercuten las decisiones tecnológicas en la vida de las personas y es por todo ello que la importancia del raciocinio a la hora de tomar decisiones aumenta de forma considerable.

Los problemas ambientales a escala mundial presentan a la ciencia nuevas tareas a realizar, nuevos desafíos propios de la actualidad. Al tiempo que destinados a descubrir, los científicos deben abrirse paso a solucionar los problemas impuestos por el sistema industrial y en ese sentido deben tener en cuenta no sólo cuestiones relativas a los descubrimientos sino aquellas que conciernen a los riesgos que esos descubrimientos pueden traer aparejados.

Muchísimo se habla en la actualidad de una necesidad en relación a la  democratización de la vida política y es preciso entender también que  la democratización del conocimiento y una mayor participación de las masas en la toma de decisiones de índole científico/tecnológicas reviste también elevada importancia.

Es preciso en este sentido llevar adelante una educación institucionalizada que plantee un nuevo escenario y podamos así estar en mejores condiciones de aportar ideas al mundo científico.
Convengamos que para cuidar el medio ambiente hace falta la conformidad del común de la ciudadanía para que ella –por medio de actos pequeños y cotidianos- pueda colaborar con la tarea.

Igualmente cierto es que con esto no alcanza, y deben ser las políticas públicas y la responsabilidad empresarial aquellas que se ubiquen a la vanguardia.

El proceso de desarrollo que observa la industria en la actualidad jamás debe perder de vista los intereses del conjunto de la ciudadanía y por supuesto que en ese marco el medio ambiente ocupa un lugar de relevancia.

Aquí aparece un concepto novedoso que tiene en cuenta las necesidades productivas actuales pero que para nada deja de lado los tiempos que vendrán y por supuesto, las necesidades de consumo propias de las generaciones futuras.

El desarrollo sustentable, se ocupa de ambas necesidades, es decir, de satisfacer las necesidades propias de la actualidad sin olvidar que las mismas no deben comprometer al medio ambiente y por ende a las necesidades de las generaciones que vendrán en el futuro.

Así, el desarrollo sustentable como concepción única del desarrollo, se ocupa de llevar adelante propuestas tendientes a crear las condiciones necesarias para que todos los seres humanos de hoy y del mañana tengan acceso pleno a una alimentación saludable, una vivienda digna, una salud de calidad al tiempo que una buena educación.

La democratización de la actividad científica también es una condición de posibilidad para que esto se cumpla y por supuesto, para que se respeten los derechos humanos de todos los habitantes del planeta.

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