Ecuador y su nueva ley de Educación

En Ecuador se está implementando una nueva Ley Orgánica de Educación Superior, en el marco de una profunda reforma educativa llevada a cabo por el gobierno de Rafael Correa, con la finalidad de elevar la calidad educativa que reciben los niños y jóvenes de este país.

Una característica única de la reforma educativa encarada es que tiene una mirada global, donde los mejores sistemas educativos del mundo han sido tomados de modelo. «Seamos globalizados para compararnos a los mejores… para aspirar a lo más alto: un sistema de educación superior que pueda estar entre los mejores del mundo», señala el presidente ecuatoriano. Estos modelos, creadores de las mejores prácticas educativas, son los que indican el camino a seguir en pos de la calidad.

En este sentido, se ha hecho ingresar a Ecuador a las pruebas PISA, una serie de pruebas internacionales que califican el nivel educativo de los países.

 

Las mimas se utilizan como punto de partida para conocer el posicionamiento inicial del país, y con la finalidad de ir escalando posiciones en ese ránking con el tiempo.

Siguiendo con un modelo global de educación, se rubricaron convenios con la Universidad Católica de Lovaina y la Asociación Flamenca de Cooperación al Desarrollo y Asistencia Técnica, para gestar la Universidad Nacional de Educación (UNAE), que será la que de al país los nuevos docentes, capaces de llevar adelante este proyecto educativo.

Estos acuerdos cooperativos contemplan diversos factores, como el perfeccionamiento de los docentes ecuatorianos, la cooperación en investigación y el diseño en conjunto de la maestría en Formación de Formadores. Se plantearon estrategias para que docentes de alto nivel de todo el mundo lleguen a la UNAE y formen a los docentes ecuatorianos.

En este marco, se lanzó el proyecto Prometeo, que promueve la radicación en Ecuador de prestigiosos profesores de todo el mundo gracias a que se les ofrece manutención, pasajes aéreos y vivienda.

En cuanto al sistema de evaluación del programa educativo ecuatoriano, a partir de estas reformas analizando el funcionamiento de la totalidad del sistema educativo: alumnos, escuelas, docentes y universidades.

En cuanto a los escolares, se implementaron las pruebas SER estudiante, al tiempo que en 2011 se incorporó el examen de ingreso a la universidad. Los aspirantes universitarios son calificados con un máximo de mil puntos y los cupos se distribuyen de forma acorde con estas calificaciones. De esta manera, se necesitan 550 puntos para aprobar y 800 o más para postularse en la carrera de educación.

Finlandia es uno de los sistemas que Ecuador mira para imitar, y como allí, sólo los mejores alumnos son los que se vuelcan a la docencia.

Cabe señalar que una anterior reforma constitucional del año 2008 prohibió los paros en las escuelas públicas, con lo que se garantiza el dictado de clases. Otros cambios rotundos que se aplicaron en forma reciente, es que todos los cargos se concursan, mientras que el salario ya no se vinculará a la antigüedad, sino a la formación.

 

Diseño de cursos de capacitación continua

Los distintos sistemas de evaluación sirvieron de base para el diseño de cursos de capacitación continua.

En 2013, se llevó adelante el programa Quiero ser Maestro, que tuvo la finalidad de convocar a nuevos docentes. Hubo unos 80.000 aspirantes, aunque apenas el 30 por ciento llegó a pasar las exigencias como para concursar por un puesto. Al mismo tiempo, las evaluaciones se aplicaron al sistema universitario, llevando al cierre de 14 instituciones por falta de calidad.

Estos cambios se vienen dando en el marco de dos nuevas leyes para la educación, como son la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI, 2011) y Ley Orgánica de Educación Superior (LOES, 2010).

Es necesario decir que se trata de leyes que son polémicas, aprobadas por una mayoría oficialista y con el usual veto presidencial. Se trata de leyes a las que se les critica estar centradas en la vieja escisión entre educación y educación superior, donde se conforma un sistema escolar que termina con el bachillerato, y donde la educación superior no es vista como parte del sistema educativo nacional, sino como un sistema diferenciado, a partir de estos marcos conceptuales, se produce una fragmentación en la educación que genera muchos problemas, en especial para la construcción de una educación transversal que acompañe a lo largo de la vida del estudiante.

Si bien las críticas pueden ser variadas desde diferentes puntos de vista, lo cierto es que Ecuador al menos logra llevar adelante un proyecto de reforma educativa, donde se plantean mejoras y un acceso más igualitario al sistema, al tiempo que ofrece mejores oportunidades a los alumnos – más allá de que como dijimos, es un sistema perfectible y al que aún le queda mucho por recorrer.

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