Acortamiento de los isquiotibiales, causas y soluciones

Los músculos isquiotibiales son un grupo muscular que se ubica en la parte posterior del muslo, y abarca a los músculos bíceps femoral, semi-tendinoso y semi-membranoso. Su origen e inserción van desde el isquion de la cadera hasta debajo de la rodilla. Son los músculos principales de la parte posterior del muslo. Estos músculos pueden sufrir un síndrome de acortamiento.

Los isquiotibiales tienen una acción combinada, flexora sobre la rodilla y extensora sobre la cadera, desempeñando un papel esencial en la estabilidad de la pelvis. El síndrome de acortamiento o retracción de los isquiotibiales, consiste en una lesión que afecta la elasticidad de la musculatura posterior del muslo, limitándose la capacidad de flexibilidad y el movimiento.

Dado que estos músculos afectan el mantenimiento de la postura del cuerpo, puesto que al hacer una inclinación hacia delante, evitan la caída, permaneciendo en tensión permanente. Al retraerse estos músculos, se afecta no sólo a su origen e inserción en cadera y rodilla respectivamente, sino que también se afecta la postura de la espalda y la marcha, generando todo tipo de molestias, como dolores lumbares y en la cara anterior de la rodilla.

Con el paso del tiempo, se comienzan a limitar los movimientos habituales y aparecen síntomas como dolor, calambres, contracturas, tendinosis, pinchazo, fatiga, desgarros, roturas y esguinces musculares.

A pesar de todo ello, lo más serio es el dolor en la zona lumbar – sacroilíaco y parte baja y media de la zona dorsal, que limita seriamente la capacidad de movimiento y genera un dolor muy molesto y limitante.

De no corregirse el acortamiento de los isquiotibiales, se ocasiona un aumento de la curvatura dorsal (cifosis torácica), variaciones de la zona lumbosacra con afectación y alteración de los discos intervertebrales (disrupciones, protusiones y hernias discales lumbares), además de una inversión o cambio de la curvatura lumbar normal en la posición de sentado.

Este acortamiento se debe a los más variados motivos como el género –las mujeres son más flexibles que los hombres–; la edad, pérdida de nivel de actividad física y disminución de movimiento articular; nivel y tipo de actividad física (más frecuente en fútbol, voleibol, tenis, baloncesto, rugby); estado muscular y alteraciones articulares y posturales.

En conclusión, la tendencia al acortamiento se debe a mezcla de factores genéticos, mantenimiento prolongado de la posición de sentado y bajo nivel de actividad física.

Elogar los músculos de manera correcta para prevenir problemas en los isquiotibiales.
Elogar los músculos de manera correcta para prevenir problemas en los isquiotibiales.

La mejor forma de prevenir esta patología es estirar correctamente después de hacer el ejercicio.

Se debe evitar el estiramiento de la pierna en sitios altos, en cambio es menos lesivo para el músculo y es más efectivo estirar sentado en el suelo o en la posición de rodilla flexionada y la otra pierna estirada.

Si la lesión ya está instalada, existen diversos tratamientos efectivos, como la bio-estimulación mediante láser, una forma muy específica de usar la magnetoterapia y la láserterapia entre otros métodos. El objetivo de esta terapia es mejorar la circulación sanguínea en la zona lesionada, favoreciendo la elasticidad del grupo muscular, al tiempo que se disminuye el acortamiento y se optimizan las vías de eliminación de los residuos de desecho.

Los tratamientos hacen que los síntomas se atenúen considerablemente, con lo cual se previene que el acortamiento se haga crónico y así se evita la degeneración de los tejidos, consiguiendo restablecer la función músculo-nervioso-articular.

De esta manera, se puede evitar a futuro la aparición de otros problemas como las protusiones, hernias lumbares, el aumento de la cifosis dorsal y se mejora notablemente la calidad de vida de la persona, así como su capacidad de practicar deportes.

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