Por qué los hombres las prefieren gorditas: estrés y elección primitiva

Los hombres las prefieren gorditas. Relaciones y pareja.

 

Algunos estudios realizados en la universidad de Westminster del Reino Unido, demostraron que  los hombres que mostraban cierto grado de estrés, tendían a elegir a las mujeres con algún sobrepeso, antes que a las delgadas.

Interesante resultado, teniendo en cuenta que los estándares de belleza exigen una delgadez inverosímil, para los estereotipos. Analizando este curioso hecho recién descubierto, podemos discriminar algunas variables determinantes.

a) La primitiva identificación del exceso de grasa, con reservas alimentarias, lo que daría una sensación de seguridad  ante las crisis.

b) La representación del amamantamiento infantil, también ofreciendo refugio y alimentación

c) La memoria materna intrauterina, en la que la madre tiene dimensiones que rodean y abarcan al feto, podría también ofrecer cierto sentido de protección al hombre.

d) Si la situación de crisis del hombre se refiere al acceso de recursos y sustento, la imagen maternal puede calmar esa ansiedad.

e) Las mujeres gorditas tienden a ser más afables, simpáticas y sociables, en parte por el alto contenido de grasas y azúcares, que aportan cierta característica química específica a sus conductas sociales.

f) Las gorditas suelen tener una sexualidad muy activa, debido a la cantidad de estrógenos, mientras que las muy delgadas, pueden tener algunos problemas por falta de éstos y de progesterona, lo que a veces, se traduce en una baja libido, frigidez y esterilidad.

g) Su registro ancestral le indica al varón, que es mejor criadora de su descendencia, una mujer con reservas, que una a la que le falta carne y grasas para soportar las épocas de carencia.

h) El estrés modifica la capacidad valorativa, estableciendo nuevos parámetros de atracción y tolerancia hacia los defectos ajenos. El estrés en el hombre, paradójicamente, aumenta su empatía.

i) Un estudio llevado a cabo en la Universidad de Freigburg, Alemania, comprobó que los hombres estresados son más sociables y empáticos, solidarios y amables, por lo que podrían identificarse fácilmente con mujeres afables.

 

A raíz de todo esto, es bueno comprender, que los estereotipos de mujeres que muestran sus clavículas y huesos de cadera, con vientres planísimos, no representan la preferencia del hombre común, en estado de estrés, por varios motivos: A)  la autoestima del hombre se ve menoscabada a veces, si el hombre es un poco inseguro, ponerse en una situación de auto comparación agrega tensión. B) en su saber primitivo, el hombre intuye que deberá pelear contra los machos alfa de su manada para defender a su tentadora pareja, y su estado de estrés  no lo toleraría. C) el hombre con estrés busca ser contenido, comprendido, en cierta forma, como un hijo, y la mujer delgada implica inconscientemente, tener necesidad de ser alimentada y protegida, lo que resultaría contradictorio.

Estamos hablando, por supuesto, de preferencias que son impulsadas más por el subconsciente en situación de crisis personal del hombre, que por el gusto, la afinidad y los sentimientos. Además no queremos inducir a las chicas con sobrepeso, a no mejorar su condición de salud y mucho menos, a conformarse con ser elegidas como terapia antiestres. La única verdad es encontrar al hombre correcto, por los motivos adecuados y elegir a la mujer correcta por verdaderas razones, más allá de lo que los científicos aseguren. La ciencia y el amor, rara vez se toman de la mano.