La meditación en las aulas

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En algunos países anglosajones ya se está implementando la práctica de la meditación en las aulas. Después de muchos intentos en ese sentido, cada día más escuelas están implantando dentro de sus programas de clases 15 minutos diarios al inicio para la meditación.

Tal vez se deba a las presiones a las que están sometidos niños y jóvenes, ya que de acuerdo a encuestas recientes sobre salud mental, casi el 10 por ciento de los jóvenes entre 13 y 18 años tienen un trastorno de ansiedad.

Entre los problemas más comunes que presentan los niños y jóvenes en la actualidad, se encuentra el Trastorno por Déficit de Atención o TDAH. Un diagnóstico cada vez más habitual por el cual, los niños no pueden permanecer sentados en el aula, se desorganizan fácilmente y no pueden centrarse en una conversación, entre otros síntomas. En muchos casos este trastorno tiene origen genético, ya que hay muchos adultos que también lo padecen.

En los casos más graves se indica tratamiento con medicación, lo cual puede tener efectos adversos. Este tratamiento genera angustia en los familiares de los pacientes, quienes aducen un excesivo sobrediagnostico y la consecuente sobremedicación.

Ante este panorama, el psicólogo y periodista científico Daniel Goleman, propone un nuevo enfoque como resultado de un arduo trabajo de investigación. El mismo afirma que el déficit de atención puede tratarse con meditación y otras técnicas cognitivas. El conjunto de ellas es conocido como mindfullness o atención plena.

El nuevo trabajo de este investigador está dirigido precisamente a estudiar la atención humana. A partir del mismo se sugieren determinados ejercicios mentales en el tratamiento del déficit de atención, ya que sostiene que todas las decisiones que se toman en la vida cotidiana ponen a prueba una función mental llamada control cognitivo. Se llama así a la capacidad de concentrarse en una elección principal mientras se ignoran otros impulsos.

Fortalecer este músculo mental con ejercicios de meditación y relajación podría ayudar a los niños y adultos a manejar el trastorno por déficit de atención. La utilización del midfullness puede hacer trabajar las mismas zonas del cerebro que tienen una actividad reducida en personas que sufren TDAH.

Asimismo, otros estudios revelaron que la meditación puede reducir los síntomas de la depresión y el dolor crónico incluso en pacientes adultos. Según estos estudios, los profesionales del Mindfullness son capaces de obtener un mayor control sobre los ritmos alfa sensoriales corticales, que ayudan a regular el procesamiento cerebral de las emociones y filtrarlo, incluyendo el dolor y los recuerdos depresivos.

Actualmente la educación se está nutriendo tanto del desarrollo de técnicas psicológicas, como de las milenarias prácticas de meditación y de los avances que se están dando en las neurociencias.

Por ejemplo, uno de los hallazgos más importantes es el del proceso de plasticidad neuronal, que experimenta un increíble desarrollo hasta los veinte años de edad. Este desarrollo está moldeado por todas las experiencias que un niño tenga a lo largo del día, así como también de las influencias ambientales.

Las experiencias y el ambiente crean y modulan nuevos circuitos neuronales, por lo tanto tiene especial importancia para los padres y educadores colaborar y favorecer hechos para que estas experiencias sean lo más adecuadas posibles, y así que el niño pueda configurar unos circuitos neuronales sociales y emocionales óptimos. La mejora del aprendizaje incluyendo técnicas de meditación, el aprendizaje social y la gestión emocional, se puede ver reflejada luego en el rendimiento académico de estos niños y jóvenes.

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