Es muy usual que, al encontrarte estudiando una carrera de grado, puedan nacer deseos de abandonar. ¿Cómo es posible? Quizás simplemente has perdido interés. Tal vez encuentraste algo que te interesa más. También puede ocurrir que no te convenza la posible salida laboral de la carrera. Estas son sólo algunas de las numerosas razones por las que una persona puede dejar su carrera e inclinarse hacia otros ámbitos o campos de estudio.
Pero no hay nada que temer. Tómalo con calma y asegúrate de que lo que realmente quieres hacer es cambiar de carrera. Para ello, utiliza este sencillo plan con simples pasos y estarás en terreno mucho más seguro y en camino hacia un cambio de carrera exitoso.
Reconocer qué te gusta (y qué no)
Una gran cantidad de personas cambian de carrera porque no les gusta el trabajo que conlleva o los jefes o compañías que los emplearían. Por lo tanto, identificar los que no te gusta es a menudo la parte más fácil de esta etapa. Sin embargo, no sabrás en qué dirección cambiar tu carrera a menos que examines tus gustos.
Evalúa cuáles son las actividades que más te gustan hacer, en casa, en tu tiempo libre, e inlcuso mientras estudias. Todo cuenta. ¿Qué te emociona? ¿Qué te da energía? ¿Cuál es tu pasión? Si realmente estás seguro, considera adoptar una o más de estas evaluaciones de carrera. La clave es pasar algún tiempo redescubriendose a uno mismo; mientras utilizamos la autoevaluación para dirigir tu nueva búsqueda de carrera.
Investigar nuevas carreras
Una vez que has descubierto (o redescubierto) tu pasión, deberías pasar algún tiempo investigando los tipos de carreras que se centran alrededor de tus pasiones. No te preocupe si te sientes un poco inseguro/a, es una parte natural del proceso de cambio de carrera.
Cuánta investigación hagas dependrá también, en parte, de la canlidad del cambio que estés haciendo. Por ejemplo, cambiar de un profesorado en historia a un ingeniería en sistemas es un cambio “de paradigma” importante. No te remitas sólo a las ferias de carreras y a las consultorías vocacionales. Investiga por tu cuenta con tus conocidos (y los conocidos de tus conocidos). Pide números de teléfotos de aquellas personas que creas que están trabajando en algo de tu interés y solicita una consulta o entrevista personal, para poder preguntarles cara a cara y tener información de la fuente. Nada mejor que las experiencias personales y las vivencias de los que ya llevan un largo camino recorrido como para conocer “a flor de piel” una temática.
Habilidades transferibles
Aprovecha algunas de tus habilidades y experiencias actuales para tu nueva carrera. Hay muchas habilidades (como las comunicaciones, liderazgo, planificación, etc.) que son transferibles y aplicables a lo que quieras hacer en tu nueva carrera. Es posible que te sorprendas al ver que ya tienes una sólida cantidad de experiencia lista para aplicar en tu nuevo ámbito de estudios. Por ejemplo: Psicología con Comunicación Social, Diseño Gráfico con Comunicación Social, etc.
Formación y Educación
Puede que te resulte necesario actualizar tus habilidades y ampliar tus conocimientos. Tómalo con calma. Si la habilidad que hay que aprender es algo que puedes utilizar en tu ámbito de estudios actual, comienza, pero lentamente. Toma un curso o dos para asegurarte de que realmente te gusta mucho el tema. Si vas por un nuevo título o certificación, asegúrate de comprobar la acreditación de tu escuela y universidad, y obtén un poco de información acerca de las posibles homlogaciones.
Existen muchos títulos secundarios habilitantes (especializados), como títulos terciarios, que te pueden servir para tener “un empujón” en la nueva carrera de grado que elijas. Para ello, lo primero que deberás hacer es echar un vistazo al plan de estudios de la carrera y fijarte si alguna materia puede ser equiparable con tus conocimientos ya obtenidos.
Cuidado: algunas materias de ciertas carreras difieren en nombre de universidad en universidad –quizás debido a la diferencia de profundización en la misma– pero son en sí los mismos contenidos; por ello, no te dejes llevar por “el nombre” y, si tienes el tiempo, pregunta por los programas ante cualquier duda.
Continúa en Educación Vocacional: Cómo cambiar de carrera en simples pasos (Parte 2)
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