Consejos para hablar en público: discursos y conferencias

Cualquier persona puede aprender a dar un gran discurso. Los mejores oradores públicos incluyen un mensaje claro y expresivo en sus discursos, con algunas grandes historias para ilustrarlos.

Olvídate de las presentaciones de PowerPoint y los datos innecesarios a montones. En lugar de ello, mantente en un lenguaje sencillo, con un claro principio, medio y fin. Céntrarte en un tema, y elimina todo lo demás.

La gente se preocupa por escribir discursos “geniales” cuando todo lo que tienen que hacer es encontrar un mensaje y grandes historias para probar su argumento.

Los discursos son una forma ineficaz de comunicación. La gente no recuerda mucho de lo que oyen. Es por ello que, al fin de que las personas se centren hay que bucar que sea sencillo. Y éstos son algunos consejos para ayudarte a lograrlo.

 

Practica de antemano

Harías mejor practicando en la ducha, y repasando el discurso en tu cabeza, que practicando delante de un espejo, que es una distracción. Tienes que practicar en voz alta, en lo posible con una pequeña audiencia (un amigo o familiar). Practica reemplazar palabras de relleno y amortiguando las muletillas como el “um”, “este…” y “entonces…” con silencios. Si puedes ensayar en el espacio donde vas a hablar, eso es una real ventaja. Ve a la parte de atrás de la sala, imagina que tienes problemas de audición o eres algo distraído, y sabrás cómo llegar a esas personas.

 

Involucrar a la audiencia

Trata de hablar con miembros de la audiencia antes de tu discurso, de modo que puedas centrarte en unas pocas caras amables, sobre todo si te pones nervioso. Si estás haciendo contacto visual con una persona amistosa en un cuadrante, cada uno a tu izquierda va a pensar que estás hablando con ellos. Luego, haz lo mismo en el cuadrante dos, etc.

 

Preparate con técnicas de relajación

Si estás nervioso antes de acercarse al escenario, tomar algunas respiraciones profundas. Imagina que estás dando un discurso exitoso. La mayoría de la gente va a estar nerviosa en los primeros minutos. Lo que quieres buscar es canalizar esa adrenalina en energía positiva.

 

No leas tu discurso

Expresa tu discurso con el corazón, o utiliza una tarjeta de nota con viñetas como una hoja de trucos. Lleva las tarjetas con usted y lo colocas en el atril. Si te congelas a mediados de tu discurso, puedes tomar una respiración profunda, mirar tus tarjetas, y saber exactamente lo que vas a decir a continuación sin perderte “en la historia”.

 

Párate derecho y firme

Si caminas por el escenario o estás de pie detrás de un atril, trata de mantener una buena postura. Imagina que tu cabeza está siendo sostenida por una cadena.

 

Encara el principio con una anécdota

Sáltate los agradecimientos. La gente a menudo comete el error en sus discursos de comenzar agradeciendo al introductor o presentador, o expresando su felicidad por estar allí. En cambio, sáltate todo eso y encara el principio de tu discuso con una historia enmarcando la idea, que sugiera cuál es el tema que vas a tratar, sin tirar todo por la borda: una estadística, una pregunta o algún tipo de interacción con el público. Si sabes de lo que tu discurso debes tener la facilidad de decidir sobre una apertura como ésta. Consigue la historia correcta y deja que el público sepa de lo que el discurso trata.

 

Debe ser sencillo

Olvídate de las presentaciones de PowerPoint de lujo y de atorar a la audiencia con un montón de datos (las personas que estén interesadas pueden leer luego tu ponencia con un anexo en donde consten los datos, el discurso no está para demostrar nada a base de datos). Céntrarte en un tema y elimina todo lo demás. Los mejores discursos incluyen un mensaje claro y expresivo, como toda buena estructura narrativa.

 

Que sea corto

Creemos que un discurso no debe ser más largo que algo así como diez o quince minutos de duración. De cinco a siete minutos es ideal. Si vas a hablar durante siete minutos, tu discurso preparado debe ser más corto, para que puedas tener en el tiempo extra para pausas y respuestas de la audiencia.

 

Utiliza el lenguaje corporal, te hace lucir cómodo

Si muestras signos de nerviosismo, como cruzar los brazos, o agarrarte las manos delante de su estómago, el público percibirá tus nervios y será menos abierto a tu mensaje. Tienes que fingir que estás pasandola muy bien y estás abierto al público para que también puedan pasar un buen rato y estar abiertos a tu persona y lo que tengas para decirles. Hablar en público con éxito tiene que ver con la pasión y la emoción. Si estás entusiasmado, entonces también nos vamos a entusiasmar con lo que nos digas.

 

Ve más despacio

Articula tus palabras, independientemente de tu forma natural de hablar. La autenticidad es la clave. No se puede ser alguien que no eres. Por otro lado, puedes ser tu mejor yo. “El tacto” al hablar no resta que un discurso sea menos comprometido con lo que se esta diciendo. La pasión, el compromiso y la convicción son críticos al momento de entregar tu mensaje, y puedes hacer eso si eres de voz suave o no. Cualquier número de estilos de entrega funcionará.

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