Un megaproyecto científico que invita a pensar en la clonación humana: la oveja Dolly

Un megaproyecto científico que invita a pensar en la clonación humana: la oveja Dolly

La oveja Dolly. Ciencia y tecnología.

 

Un clon, es a grandísimos rasgos, una copia genética igual de otro individuo.  Clonar sería entonces, obtener uno o varios individuos a partir de una célula somática o de un núcleo de otro individuo, de modo que los individuos clonados sean idénticos o casi idénticos al original. En ese marco, pensamos la clonación animal y presentamos en las líneas que siguen, el caso de la oveja Dolly.

La conocida oveja Dolly fue el primer mamífero del mundo clonado a partir de una célula adulta, en lo que representó un verdadero megaproyecto científico y por ende, un gran descubrimiento de la comunidad. Ni siquiera sus creadores -científicos del instituto Roslin, en Edimburgo- imaginaban las repercusiones que podía llegar a tener su actividad y de igual forma, ignoraban los alcances de la misma.

Dolly –así se llamó la oveja clonada- fue el resultado de una combinación nuclear de células. La labor, se realizó desde una célula donante diferenciada a un óvulo no fecundado y anucleado –es decir sin núcleo-. La novedad que supone tal proyecto es que la célula de la que provenía Dolly pertenecía a una glándula mamaria de un animal adulto (6 años de edad).

Hasta el momento se sabía en ciencia que se podían obtener clones de células embrionarias, es decir no especializadas, pero la aparición de Dolly significó un nuevo descubrimiento, dado que la célula clonada pertenecía a un tejido concreto de un animal ya desarrollado.

El nacimiento de Dolly

El nacimiento de la oveja Dolly fue el resultado de un experimento realizado en el Instituto Roslin de Escocia. En Edimburgo, la capital del mencionado país, funciona uno de los centros con mejor reputación que se dedica a la manipulación genética.

Si bien la oveja había nacido mucho antes –el 5 de julio de 1996- el 23 de febrero de 1997 la noticia tomó estado público: el primer mamífero clonado a partir de una célula adulta estaba entre nosotros, y era una simpática oveja, de idénticas características a las de su madre. Ian Wilmut, líder del proyecto, reveló que la clonación de la oveja fue el resultado de una transferencia nuclear desde una célula donante adulta a un óvulo no fecundado que fue después implantado a una hembra portadora.

Convengamos que el proyecto y el descubrimiento, representan un descubrimiento rutilante para la historia de la ciencia. De eso no quedan dudas. Al mismo tiempo, con esta nueva certeza y este precedente que propone Dolly, las preguntas se renuevan y de igual forma, crece la magnitud de los interrogantes.

¿Es posible la clonación humana? ¿Qué beneficios representa para la humanidad? ¿Cuáles son los riesgos? Desde luego que, hay implicancias éticas sobre las que hay que hacer foco en relación a las nuevas tecnologías de clonación.

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