¿Cómo actuar si se accidentan los abuelos?

Para empezar quisiera recordar que nuestro cuerpo se construye según la actividad que ejerce. Si la persona permanece inmóvil, sentada, sin hacer caminatas y ejercicios, sus huesos serán más débiles, ya que el cuerpo entiende que no es necesario tener huesos fuertes pues no sostienen al cuerpo.

Por otra parte, la dieta alcalina permite restablecer el equilibrio del PH sin necesidad de recurrir al calcio de los huesos. Estos dos factores son fundamentales para comprender el tema de los accidentes de los ancianos. Cuanto menos se mueven, más torpes se vuelven sus movimientos y más débiles para resistir un golpe por caída.

La caída es uno de los accidentes más comunes en las personas de edad avanzada, generando fácilmente fracturas, fisuras y esguinces, debido a la debilidad de su estructura ósea, posible sobrepeso, ligamentos y tendones rígidos. Hay que considerar que los mayores pueden sufrir de una alteración en el equilibrio, deterioro de las funciones mentales (lo que evita una buena concentración al moverse), desorientación debida a la cantidad de medicamentos, que pueden marear, adormecer y quitar reflejos.

Otro accidente común a esta edad es el accidente de tráfico debido a: una falta de atención de las señales de tránsito, marcha lenta al cruzar las calles, deterioro en la visión para ver cordones y zanjas, entre otras causas.

Una razón de accidente, también lo constituyen las quemaduras por incendios, son la tercera causa de muerte de ancianos, a la que agregamos quemaduras por ingestión errónea de productos químicos, por electricidad, o por torpeza en la manipulación de los implementos de cocina.

El atragantamiento es también una causa común, los abuelos pueden ahogarse por problemas de garganta, por dentaduras que se sueltan, por alimentos que no pueden masticar. También pueden intoxicarse al ingerir equivocadamente sus remedios, al consumir alimentos o medicamentos en mal estado, debido a que su sentido del gusto se ve reducido.

Por todo esto recomendamos: acondicionar la casa para el uso especial del anciano, disponer de dosificadores fechados de medicamentos, regular su acceso a la cocina, y a la calle. Es necesario adaptar la disposición de muebles en la casa, tal como lo hacemos con los pequeños. Disponer de alfombras antideslizantes, no solo en el baño, sino en áreas como la entrada, el costado de la cama, etc. Una buena opción para evitar caídas es colocar en algunas paredes claves, barandas de sostén, sobre todo en pasillos.

Acompañarlos cuanto sea posible, tanto como ellos supieron cuidarnos cuando éramos niños. Estimular al anciano para reunirse con grupos afines, hacer actividades físicas y mentales, caminatas, paseos y diversión adaptada a su generación. Escucharlos, respetarlos, esperarlos, los ayudará a mejorar la calidad de su vida, tanto en el aspecto físico, como en lo emocional y mental. Debemos cuidarlo, pero no hacerlo sentir inútil o incapaz, proponerle metas y ayudarlo a conseguirlas, esto hará de este último tramo, una ocasión para devolver el amor que durante tantos años nos brindaron.

Tal vez, la relación con un anciano, te provea de una oportunidad para frenar un poco tu ritmo, relajarte, ponerte a la par y disfrutar de su presencia. Abrázalo, míralo a los ojos, escucha con interés sus historias una y mil veces,  ofrécele tu mano y lograrás transformar su cansancio en una dulce sonrisa.

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