Cómo preparar el Sándwich perfecto

el sandwich emparedado perfecto
el sandwich emparedado perfecto

Casi todas las personas en este mundo pueden decir con confianza no sólo que han disfrutado de un sándwich alguna vez en sus vidas, sino que, además, pueden afirmar que son algo que se disfruta seguido en la mesa, de paso, en viaje, en la playa, de vacaciones en la montaña o donde quiera que te encuentres, en el momento y situación que te encuentres.

A desgracia, por más que amemos los sándwiches, en muchas oportunidades nos ha tocado preparar uno y al momento de dar la primera mordida nos encontramos que tiene “algo extraño”, “le falta algo de sabor” y que “podría ser mejor”

Es por ello que les entregamos unos consejos prácticos para prepar tu propio sándwich, pero no cualquier sándwich, el sándwich perfecto; para que de ahora en adelante también puedas decir con confianza que tus sándwiches son los mejores que has probado.

 

Desparrama

Las cremas para untar agregan sabor, pero también realizan la tarea esencial de brindarle humedad al sándwich. Mostaza y mayonesa son los clásicos, pero no te detiengas allí. Bien vale la pena experimentar con vinagretas, pestos, salsas barbacoa, salsas picantes, etc. El mejor sándwich que yo he probado había sido preparado rebosando el pan con pickles. De más está decir que el sabor extra y la humedad que le brindaba ese jugo de pickles ha sido perfecta.

 

Utiliza el Pan Correcto

Elija el pan adecuado. Los pares rellenos húmedos con panes suaves y esponjosos están de más; no tienes la receta para una esponja, sino un sándwich. Como regla general, cuantó más húmedo el relleno, más seco y más denso el pan debe ser. Una buena, gruesa corteza también ayuda (especialmente para que no terminemos quebrando el sandwich en mil pedazos). Mantén los ingredientes bajo control y mantén su integridad mucho mejor con panes de cortezas firmes y gruesas.

Elije ingredientes “que duren”

Nos encanta la lechuga y el tomate en nuestros sándwiches. Prestan humedad, un crujido especial y la frescura adecuada; además de que proporcionan una lámina maravillosa para los ingredientes pesados (y más ricos). Ellos son, sin embargo, casi en su totalidad agua, y por lo tanto durante períodos prolongados son propensos a marchitarse o, mucho peor, a estropearnos el pan.

Por suerte, hay un montón de ingredientes para tus sándwiches para ser intercambiados y que ofrecen todos los beneficios de la lechuga y el tomate sin los inconvenientes. En lugar de rodajas de tomate, por ejemplo, trata de ponerle pimientos asados o, como mencionamos, picles. En vez de lechuga, experimenta con otros vegetales, hinojo en rodajas, espinaca, repollo rallado, etc.

 

Evita dejarlo pastoso

Úntale mayonesa o queso crema tanto como quieras, hasta los bordes de cada rebanada inclusive, para crear un sello contra los rellenos de sándwiches mojados. Además, preocúpate de embalar ingredientes de alta humedad, como tomates y pepinillos por separado. Sólo tienes que añadirlos al sándwich cuando esté listo para comer. Tostar el pan también puede ayudar.

 

Cuidado con las cebollas

Las cebollas pueden dar a los sándwiches un sabor bienvenido, pero a menudo deben ser tomadas en cuenta con algo de “tacto”, para no correr el peligro de arruinar nuestro sándwich con el intenso sabor de una cebolla cruda.

Hay tres formas efectivas de preparar las cebollas en rodajas. Bien puedes remojar la cebolla en rodajas finas en agua helada durante 20 minutos o algo así (luego sólo escurre y sécalas), lo cual les agrega firmeza. O bien puedes mezclar la cebolla en rodajas con una pizca de sal. Esperar unos minutos, frotas la sal de las cebollas, lavas y escurres. Un tercer método es dejar calentando agua y, cuando alzance su hervor, tirar las rodajas de cebollas y apagar el fuego. Con sólo un minuto, tus rodajas de cebollas estarán listas para que las saques (seques y escurras) y ésto no sólo le quitará la acidez, sino que la dejará blanda (para aquellos que deseen el sabor de la cebolla sin las molestias de la acidéz o el crujido).

 

Todo en debido su lugar

Por más que intentes desafiar a las leyes del sándwich, no podrás. La primera de todas ellas es la más importante. Lo que pongas primero (debajo) será, en efecto, lo primero que toque tu lengua y, por ende, aquello que tu paladar reconozca primero.

A todos nos gusta una que otra verdura en nuestro sándwich, pero de seguro que no querrás saborear tomate durante todo lo que dure la comida. un sándwich que, por ejemplo, tenga tomate por debajo y sobre él una capa de fiambre (o carnes aumadas, jamones, etc.) y una de queso por arriba inmediatamente neutralizará la mayor parte del sabor del fiambre. Lo único que tu paladar reconocerá con fidelidad es el tomate con el queso. Estamos perdidos.

Por ello, cuida de colocar tus vegetales arriba de todo, en las últimas capaz. Algunos vegetales pueden ir más abajo, pero sólo por otras razones, como el efecto del crujido, etc., siempre cuidado que no sea un vegetal que le quite sabor a «los ingredientes que importan». Recuerda que lo que más desees en tu sándwich será el ingrediente que deberás poner primero, para que todo su sabor te invada desde el primer bocado.

¡A disfrutar!

Sea el primero en comentar

Deje un comentario

Tu dirección de correo no será publicada.


*