Ciudades del dinero

Los grandes bancos no compiten sólo en el Ibex 35. Siguiendo los pasos del proyecto faraónico del Grupo Santander, el BBVA, está construyendo también a las afueras de Madrid, en Las Tablas en un solar junto a la N1, su ciudad corporativa.

Quizás para poder sustituir con dignidad a su intemporal sede, la Torre de la Castellana (diseñada por Sáenz de Oiza en los años setenta y para muchos uno de los mejores ejemplos de la arquitectura del siglo XX en España), se eligió la muy contemporánea propuesta de los suizos Herzog & de Meuron, basada en una ocupación extensiva del solar –casi inundando la N1- con una gran masa edificada de poca altura, que en realidad está formada por 7 construcciones de 3 alturas (recibe cada una el nombre de uno de los siete continentes) separadas por calles (llevan los nombres de océanos y mares).

 

Ciudades del dinero

Un gesto grandilocuente, pero sin duda un símbolo del alcance mundial de su volumen de negocio. En medio de esa gran masa edificada, cubierta por una superficie ajardinada que responderá mejor a los duros condicionantes climáticos de Madrid y cerrada por una celosía que la protege tanto del sol como del duro entorno que lo rodea, sobre todo en su fachada sur, se crea un espacio libre, la plaza común.

Ahí surge el elemento representativo, la torre medieval que todos los que llegan a Madrid verán cuando entren a la capital desde el norte. Un edificio donde se ubican los despachos directivos y salas de reunión llamado La Vela, pero que en realidad recuerda mucho a aquel «Sol que nunca se ponía en Madrid» que iban a construir Mansilla y Tuñón como Centro Internacional de Convenciones de Madrid.

Afortunadamente para el edificio de Herzog & de Meuron, el Ayuntamiento de Madrid paralizó hace unos años las obras. Y decimos afortunadamente, porque la coincidencia de volúmenes similares tan cercanos hubiera puesto en entredicho lo icónico de la propuesta, basada en un formalismo efectista, más deudor de la teatralidad postmodernista que del funcionalismo del movimiento moderno.

Cuando finalice la obra, nos encontraremos un espacio con grandes zonas comunes de trabajo, donde el empleado se desplazará caminando, en lugar de a través de los inhóspitos ascensores de las torres, favoreciendo un deambular a escala humana. Un lugar con zonas verdes, con diferentes especies arbóreas en diferentes zonas para dar carácter propio a cada uno de los espacios de esa gran alfombra edificada construida en medio de la nada de las afueras de Madrid.

Ciudades del dinero
Ciudades del dinero

Un lugar adaptado a las condiciones climáticas de la capital y ecoeficiente (ventilaciones cruzadas, protección solar con brise soleils, reutilización del agua, climatización por vegetación, células de producción fotovoltaica en la cubierta…), y que también podrá proporcionar a sus trabajadores todos los servicios que pueda precisar durante su jornada laboral.

Ciudades del dinero 2
Ciudades del dinero 2

Sea el primero en comentar

Deje un comentario

Tu dirección de correo no será publicada.


*