En tiempos de marketing y ventas, la publicidad permanece sumida en nuestra cabeza en un acto inconsciente. Lidiamos a diario con una gran cantidad de anuncios, ofertas o promociones de liquidación, y posiblemente, la gran mayoría ignora que todo se trata de una artimaña psicológica para inducirnos a comprar un determinado producto. Así es la publicidad, y aquí tenemos cinco buenos ejemplos.
Si bien la gran mayoría de especialistas en marketing no desempeña la psicología como profesión, ineludiblemente recurren a esta pseudociencia para influir en la conducta humana y atraer a sus clientes.
Los analistas de mercado saben perfectamente que la publicidad influye en la actitud de las personas. Una caja de cereales, una suscripción de cable, una campaña electoral, o un esmalte para uñas. El objetivo siempre será el mismo: persuadir y vender.
Si el consumidor logra adquirir el producto que se ofrece, el resultado será exitoso. No importan los medios o las estrategias que deban usarse, el fin justifica los medios.
En esta oportunidad te presentamos una recopilación de las cinco estrategias psicológicas más conocidas en el marketing para inducir a la compra de miles de productos. ¿Estás listo para descubrir la verdad detrás de tus compras?
Cinco señuelos del marketing psicológico para vender un producto
#1 – Ideas emocionales
En plena cultura de la imagen, las emociones juegan un papel determinante en el marketing. Es por eso que muchos publicistas se esfuerzan en exponer los cambios que un producto produce en la calidad y estilo de vida de un cliente potencial.
Ni siquiera hay que explicar cómo funciona el producto, basta con decir que es bueno para hacerte sentir mejor, poderoso, inteligente, atractivo, independiente, autónomo, y así sucesivamente.
#2 – Psicología inversa
Por más extraño que resulte, muchos publicistas aumentan la credibilidad y seriedad de sus productos señalando los defectos y dudas que suelen suscitar en el público. La honestidad no es más que una valiosa herramienta para sacar provecho de nuestros fines.
Hoy más que nunca la gente aprecia la sinceridad, y cuanto más realista sea un anuncio publicitario, mejores logros obtendrá. Esto no es más que un clásico ejemplo de psicología inversa.
#3 – Crear la necesidad
Para que un producto llame la atención de los potenciales compradores primero debe crearse una necesidad. La mente de los consumidores opera según la necesidad, ya sea desde un paquete de cigarrillos o un artículo de belleza. Todos actuamos según necesidad, y algunos buscamos más que la simple satisfacción inmediata.
Entonces, la necesidad de reconocimiento impera como fuente de alimento para la publicidad, y las marcas se convierten en una buena excusa para cubrir esa carencia social y encajar en los círculos estratificados del sistema.
#4 – Exclusividad
Otro componente rico en posibilidades. Sentir que adquirimos un producto exclusivo nos hace especiales. Cuando más exclusiva sea una línea de productos mejor será la sensación que experimentemos, no importa el alto coste que demande tal privilegio.
#5 – Infundir temor
Suele presentarse con mucha frecuencia en las campañas electorales. Las ideas del caos y el retroceso son dos factores sociales más que convincentes para generar temor. La anomia se transforma en una valiosa estrategia para derrumbar candidatos y ganar aliados.
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