Estar en pareja desde luego que es muy gratificante, pues amar y sentirse amado, compartir la vida con otra persona, tener un compañero a cada paso desde luego que suma muchísimo a la vida de alguien. Pero cuando se es soltero y mientras no surja la oportunidad de formar una relación, es necesario aprender a estar solo y disfrutar de ese estado, algo que muchas personas no son capaces de hacer. Algunos consejos para quienes no pueden vivir sin pareja ayudará a que se sientan más seguros de sí mismos y no sufran esta circunstancia.
Es que por mucho que pensemos que la sociedad ha evolucionado – y en muchísimos aspectos, sí lo ha hecho – aún persisten ciertos mandatos muy fuertes y marcados, que inciden en lo que las personas esperan de sus vidas. Así, casarse y formar una familia sigue siendo una máxima aparentemente inexorable, y es por ello que muchas mujeres – en especial, por que al de la pareja se une el mandato de la maternidad – sufren el estar solas, aunque luego de determinada edad, los hombres también padecen esta situación.
Al sentir que no logran cumplir con estos mandatos, la autoestima se resiente y se vive no tener pareja como una maldición, al tiempo que se puede llegar a sostener relaciones que no son sanas ni satisfactorias, para no estar solo.
El hecho de cumplir con lo que socialmente se espera de ellos, hace sentir a estas personas más seguras. Por ello, dedican mucho esfuerzo a asegurarse un buen nivel de vida acorde con las normas sociales, sin tomar en consideración lo que realmente les hace felices.
La única forma de salir de estos círculos de sentirse angustiados por estar solos, y de vivir relaciones insatisfactorias – ya sea por elegir a personas inadecuadas o bien, por poner una expectativa excesiva no bien comienza una nueva relación – es consolidar la autoestima.
En efecto, atreverse a romper los mandatos sociales y a sentirse valorados sin una persona al lado, es la única manera de disfrutar plenamente la vida, se tenga o no pareja. Es necesario entender que una pareja no viene a darnos valor, sino a complementarnos, pero es necesario primero explorar nuestras propias capacidades y valernos por nosotros mismos, antes de compartir todo eso con alguien.
En cuanto al peso de los mandatos sociales, será más fuerte cuanto más conservadora y tradicional haya sido la educación recibida en el hogar. De hecho, muchas personas sufren el “reproche” de sus familiares o de personas con las que se relacionan socialmente, por estar solteros. Es necesario hacerse fuerte, responder a estas personas como mejor se pueda y sobretodo, no dejarse afectar por este tipo de comentarios.
Una vez que se logra conquistar la propia libertad, que se ha aprendido a disfrutar de la propia soledad, sobre esa sólida base se puede construir una sana relación de pareja, que no tenga la finalidad de completar lo que falta, de rellenar los agujeros emocionales, sino que venga a sumar, a complementar, a expandir las propias capacidades de ser felices.
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