Cómo afecta el uso de Internet en la neuroplasticidad (Parte I)

¿Qué pasa por nuestro cerebro cuando navegamos por Internet? ¿Alguna vez te has preguntado si Internet puede dañarnos mentalmente? Este es un breve repaso por la fuerte influencia que tiene el mundo digital en la neuroplasticidad.

En las últimas décadas, la neuroplasticidad se ha perfilado como una de las disciplinas más importantes para la biología y la vida humana. El descubrimiento de la plasticidad neuronal ha permitido acercarnos al complejo universo que hay en nuestro cerebro, sin embargo, en tiempos de modernidad el Internet es una de las herramientas más influyentes en términos de neuroplasticidad.

La plasticidad sináptica es entendida como un cambio en la fuerza de las conexiones sinápticas, inducido por la experiencia. Se trata de la facultad de modificar nuestra conducta y adaptarnos a las demandas de un contexto particular mediante la reestructuración a nivel celular rápida del cerebro.

 

Genética y plasticidad

La genética juega un papel muy importante en la plasticidad, el ambiente ejerce una pesada influencia en su mantenimiento. Y no debemos olvidar que la neuroplasticidad muchas veces contribuye al mal funcionamiento del sistema nervioso cuando la reorganización no resulta adecuada.

En otras palabras, el cerebro es capaz de armar, fortalecer, desarmar y debilitar redes neuronales. Todas las redes que poseen neuronas fuertemente conectadas forman parte de la memoria de largo plazo.

En la década de 1930, el neurocirujano canadiense Wilder Penfield encontró que el cerebro es capaz de reorganizarse, adaptarse, cambiar y reprogramarse en la marcha. En otras palabras, es plástico, pues las funciones mentales son flexibles a medida que cambiamos la forma de pensar.

 

La flexibilidad digital

Carr (2010) señala que el papel de la escritura, un sistema sintáctico predecible y estandarizado, permitió desarrollar en las personas una disciplina mental y una capacidad de concentrarse y desarrollar ideas profundas propias de los movimientos intelectuales, la revolución digital está transformando para siempre, otra vez, la percepción del mundo físico hasta el punto de crear un ecosistema de tecnologías que nos envuelven en un continuo sin retorno. Este es el llamado “cerebro digital”.

La revolución digital está transformando para siempre, otra vez, la percepción del mundo físico.
La revolución digital está transformando para siempre, otra vez, la percepción del mundo físico.

Lopera (2012) afirma que la neuroplasticidad nos dota de una flexibilidad mental para aprender nuevos datos y desarrollar nuevas habilidades, y al mismo tiempo, los malos hábitos que se arraigan en las neuronas con tanta facilidad son una de las causas de patologías como la depresión o el trastorno obsesivo-compulsivo.

La mente se consume a medida que la historia de los medios digitales evoluciona, produciendo un impacto nocivo en el individuo que va desde la lectura superficial, la multi-tarea en el cerebro, o el pensamiento rápido (conexiones neuronales débiles), hasta un déficit de atención y memoria a largo plazo.

En otras palabras, la mente se entrena para la enfermedad y las adicciones se ven reforzadas por el fortalecimiento de esas vías plásticas en el cerebro.

En la siguiente parte de este artículo conoceremos algunos de los casos más conocidos que corroboran el efecto nocivo que produce Internet en nuestro cerebro dependiendo de las horas que navegamos al día.

Referencias bibliográficas

  • Carr, N. (2010). Superficiales ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes? España: Taurus
  • Lopera, E. (2012) Controversias sobre la relación neuroplasticidad, Internet, aprendizaje y recursos mentales. Revista de la Facultad de Psicología Universidad Cooperativa de Colombia. 8, 130-139

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