Todos sabemos que puede ser una lucha intentar comer saludable todo el tiempo. Quizá es que las comidas congelada después de un largo día de trabajo son más sencillas y rápidas, cuando en realidad no puedes reunir la energía para preparar algo desde cero. O si te inca el diente para comer algo dulce para que te dé un impulso necesario por las tardes.
A veces es tentador decir: “bueno, casi todo puede llegar a causar cáncer, así que ¿por qué preocuparse por qué es lo que estoy comiendo?” Sin embargo, se ha demostrado científicamente que algunos alimenos comunes aumentan significativamente el riesgo de contraer cáncer. Justamente por ello, aquí les dejamos los alimentos realmente malos que debes evitar a toda costa.
Carnes Procesadas
Un estudio realizado en la Universidad de Hawai encontró que las personas que consumían las carnes más procesadas (salchichas, por ejemplo) mostraron un mayor riesgo de cáncer de páncreas, un 67% más que aquellos que consumían pocos o ningún tipo de producto de carne. Casi todos esos productos cárnicos se realizan utilizando nitrito de sodio, que se utiliza para dar a las carnes curadas su color rosáceo y aumentar su vida útil.
Sin embargo, este ingrediente es un precursor de nitrosaminas altamente carcinógenos (químicos cancerígenos potentes que aceleran la formación y el crecimiento de las células cancerosas en todo el cuerpo). Así que, si vas a comer productos de carne, asegúrate de elegir los productos cárnicos curados elaborados sin nitratos, y preferiblemente de fuentes alimentadas con pasto.
Organismos Genéticamente Modificados (OGM)
Numerosos problemas de salud aumentaron después de que los OGM se introdujeran a mediado de la década de los 90. El porcentaje de personas con tres o más enfermedades crónicas aumentó casi al doble en tan sólo una década; las alergias a los alimentos se dispararon y los trastornos como el autismo, trastornos reproductivos, problemas digestivos y otros están en aumento.
Pero, “¿cuál es la conexión cáncer?”, te preguntarás. Comer productos derivados del maíz genéticamente modificado y el consumo de niveles de trazas de fertilizante químicos de Monsanto causó que ratas de laboratorio desarrollaran tumores horripilantes. Además, muchos grupos médicos condenan el uso de las hormonas de los OGM para el crecimiento bovino, debido a que la leche de vacas tratadas tiene más de la hormona IGF-1, que está relacionada con el cáncer. Puedes evitar los OGM por no comer alimentos verificados como “no es OGM” y cultivados localmente con certificados orgánicos, certificados que se producen de forma natural, sin la biotecnología.
Palomitas de maíz para microondas
Esas bolsas de “pop-corn”, las palomitas de máiz para microondas, también están llenas de productos químicos que están vinculados como causantes de cáncer de hígado, testicular y cáncer de páncreas. La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) reconoce el ácido perfluorooctanoico (PFOA) en la bolsa de palomitas de maíz de microondas como estudios independientes “probables” de ser cancerígenos, y varios han relacionado la química a los tumores que causan.
El otro problema para la salud se refiere a la química diacetil utilizado en la propia palomitas para el sabor artificial de la mantequilla, que también está vinculada con causar tanto daño pulmonar como cáncer. Si eres un fan de las palomitas de maíz, ¿por qué no comienzas a hacerlos a la vieja usanza?
Aceites hidrogenados
Estos se utilizan comúnmente para preservar alimentos procesados y mantenerlos estables (para los estantes). Pero los aceites hidrogenados alteran la estructura y la flexibilidad de las membranas celulares en todo el cuerpo, lo que puede conducir a una serie de enfermedades debilitantes.
Resulta que la Organización Mundial de la Salud intentó prohibir este ingrediente hace décadas, y por una buena razón: los aceites hidrogenados causan cáncer, defectos de nacimiento, enfermedades del corazón, diabetes y muchas otras enfermedades mortales. Si tienes que comprar alimentos procesados, asegúrate de revisar la etiqueta de ingredientes y buscar aceites saludables como el aceite de oliva, de soja o aceite de canola en lugar de aceites hidrogenados.
Tomates en conserva
En realidad, no se trata sólo de los tomates: el revestimiento de la mayoría de los alimentos enlatados contiene bisfenol-A (BPA), un químico que actúa como un estrógeno y altera la actividad hormonal en el cuerpo. Un estudio publicado en mayo de 2013, bajo el procedimiento de la Academia Nacional de Ciencias, mostró que el BPA en realidad afecta la manera en que funcionan los genes en el cerebro de las ratas estudiadas.
Los tomates son excepcionalmente peligroso debido a su alta acidez, lo que parece ser la causa del BPA de la lata en los propios tomates. Los estudios demuestran que el BPA puede estar vinculado a diversas formas de cáncer, enfermedades del corazón, daño intestinal y varios problemas reproductivos. ¿Por qué no cocinar con tomates frescos o comprar de los envases de vidrio?
Gaseosas o Soda de cola
Ya sabes la historia sobre las gaseosas de cola, pero no está de más repetirlo: están llenos de calorías, azúcar e ingredientes artificiales, y no tiene ningún beneficio nutricional. Una lata de refresco contiene cantidades estrepitosas de azúcar. Según los estudios, la dieta más popular y las gaseosas de cola azucaradas son tan corrosivas para el esmalte dental como el ácido de batería, lo que lleva a un aumento de la sensibilidad dental y la propensión a las caries (a pesar de poseer una buena higiene dental). Peor aún, un estudio de la Universidad de
Minnesota encontró que las personas que bebían tan poco como dos refrescos de cola a la semana se enfrentaron a casi el doble de riesgo de cáncer de páncreas. Como ustedes saben, hay un montón de alternativas naturales para los refrescos.
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