Las várices son producto del alargamiento y la dilatación del sistema venoso humano. En la mayoría de los casos, hablar de varices nos obliga a remitirnos por un lado a una debilidad de las paredes venosas y por otro, a un aumento paulatino de la presión interna de las venas.
Ese proceso, generalmente conduce a una dilatación venosa progresiva que va en aumento y produce una consecuente insuficiencia del aparato valvular.
Una vez definido el proceso que conduce a la formación de varices, nos disponemos a contar de qué manera pueden tratarse.
Como en muchísimas de las situaciones negativas que reconoce nuestro cuerpo, una verdadera solución resulta el ejercicio físico. Para curar las varices de las piernas es necesario realizar actividad y por supuesto, hacerlo con frecuencia resulta necesario.
La recomendación es realizar natación, uno de los deportes más completos y que más ayudan a fortalecer el funcionamiento del organismo.
Por supuesto que con el ejercicio físico no alcanza y por ende, hay determinadas soluciones complementarias que colaboran en el proceso de curación de las varices.
Una de ellas es la utilización de contención elástica. Las medias, los vendajes, y determinados dispositivos que ayudan a mantener firme nuestra pierna y contener nuestra circulación, son recomendables y deben utilizarse de forma permanente en caso de tener varices.
El ejercicio y las bandas elásticas pueden ser complementados con sesiones de masajes y de esta manera, nuestras varices serán debidamente cuidadas y tratadas eficazmente. Los hidromasajes vendrían a ser masajes un tanto más sofisticados y por supuesto, se recomiendan para tratar el presente padecimiento.
Además, dormir con las piernas elevadas también puede resultar positivo. No es de lo más cómodo, por supuesto, pero la relación costo / beneficio terminará siendo positiva y realizar la presente actividad nos permitirá quitar las varices de las piernas.
Nadie quisiera llegar a esto pero hay que decir que en determinados casos –en donde las varices están avanzadas– el tratamiento para curarlas termina siendo quirúrgico.
Si existen varices muy desarrolladas el tratamiento quirúrgico resulta altamente resolutivo pero requiere hospitalización y por supuesto, un período de reposo posterior a la intervención.
De esta manera definimos que es eso a lo que llamamos comúnmente várices entendiendo que se trata de un proceso perjudicial que reconoce el cuerpo humano y que guarda clara relación con el funcionamiento de las venas.
Al mismo tiempo, presentamos determinadas alternativas de tratamiento y curación entre las que se destaca el ejercicio físico como una de las actitudes a tomar si tenemos ese problema.
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